Iñigo: "Espero que Garitano siga aquí mucho tiempo"
Al igual que el técnico, pide prudencia a la hora de marcar las metas: “Hay que ser conscientes de quiénes somos, no se puede sacar la cabeza y decir que vamos a terminar en Champions". Siente más respeto de los rivales.
Iñigo Martínez está en el mejor momento durante su etapa en Bilbao y posiblemente de su carrera. Con el sistema de Garitano, con más orden las líneas más juntas, se ve más arropado y ha formado con Yeray un tándem muy sólido, de Selección. “Lo que ha hecho en pocos meses tiene un mérito impresionante, no solo estábamos abajo, es que mentalmente empezábamos a sufrir. Es el primero en llegar y el último en marcharse, conoce el fútbol, quiere que disfrutemos. Tal y como entró, nos ha ayudado a todos, no era una situación fácil, no solo nos ha colocado en lo táctico, es de agradecer lo que ha hecho, espero que siga durante mucho tiempo aquí porque es muy válido y lo está demostrando”, señaló el central ondarrutarra, quien se suma a una corriente ya generalizada entre sus compañeros cuando comparecen públicamente y con Berizzo tampoco estaba cómodo porque "cada uno seguia su marca, había muchos espacios sin ocupar y lo tuvimos que pagar caro".
El equipo ha reaccionado, pero la prudencia se ha instalado en el vestuario. Nadie quiere hablar de Europa, empezando por el técnico, aunque este precisa que no es que se trate de una palabra tabú. Lo de jugar bonito no es prioritario, prevalece sumar puntos. “Hay que ser conscientes de quiénes somos, no se puede sacar la cabeza y decir que vamos a terminar en Champions. Dame los tres puntos jugando mal y no hacerlo de maravilla y venirte con cero. El Athletic se ha caracterizado por eso”.
El director deportivo, Rafa Alkorta, ve a Iñigo y Yeray en proyección hacia La Roja. El exrealista tiene una sintonía perfecta con su compañero de demarcación, con un chaval que crece a pasos agigantados a su lado y que han dejado a Núñez estancado en el banquillo. “Sin olvidarnos de Unai -explica el internacional-, Yeray lleva tiempo demostrando qué tipo de jugador es, lo que le puede dar al Athletic, es una pasada siendo un jugador de casa, tiene un potencial como muy pocos, soy el mayor, intento ayudarle en todo lo que pueda”.
Su fichaje, hace poco más de un año, levantó mucha polvareda en Donostia, por el pase desde la Real al eterno enemigo. Vivió una etapa difícil con Ziganda y con Berizzo, pero ahora se siente pletórico. “Cuando llegan los resultados es cuando uno está más feliz, sabía a donde venía, tomé ese pequeño riesgo sabiendo cómo estaba el equipo aquí, lo asumí con naturalidad, sabía que estos peleaban hasta morir y que quería estar aquí. Se está viendo otro Athletic pero el mundo del fútbol son rachas, no fue fácil para mí ni para ellos, estamos en una buena dinámica pero sabemos de dónde venimos, todo el mundo quiere estar arriba”. Lo que más profundiza es en la idea de no echar las campanas al vuelo, pero percibe que los rivales les ven de diferente manera: “El equipo transmite otras sensaciones, cualquiera que venga aquí percibes que te tienen más respeto, lo importante es que nos respeten todos, estar fuertes ahí atrás, que es lo que estamos haciendo. Y a partir de ahí, confiar en nuestros delanteros, que con poco sacan cosas muy buenas”.
También tuvo un par de apuntes para su paisano Arrizabalaga, que se negó a ser sustituido hace días en el Chelsea: “No me gusta que la gente opine sin saber lo que ha pasado, se dan opiniones sin pies ni cabeza, ellos saben lo que pasó, le respeto a Kepa”. Y el VAR no acaba de convencerle, pero entiende que es el futuro: “No me gusta, me están mirando con la lupa en cada acción. Dudamos todos ya, vendrán momentos mejores. Vamos a darle un voto de confianza”.