El equipo que dirige Anquela ha dejado la portería a cero en cuatro de los ocho encuentros disputados en lo que va de 2019 y están a un punto del playoff.
El Oviedo de 2019 sigue avanzando en la competición con buenas sensaciones que, ahora sí, van acompañadas de resultados positivos. En el Carlos Belmonte, en el campo del que era líder, los de Anquela cuajaron un partido muy serio, asentado atrás y con mando en el centro del campo en una segunda parte que mostró la versión más atrevida de los azules. El punto, aunque saca al Oviedo de los puestos de play-off por el triunfo del Cádiz en Tarragona, permite al equipo azul asentarse en la zona noble. La marcha de 2019, la que ha impulsado al conjunto carbayón en la tabla, está apoyada en el genial rendimiento defensivo.
En Albacete, los azules dejaron la meta a cero por cuarta vez en los ocho encuentros que van disputados este año. La endeblez defensiva había sido el principal defecto del Oviedo en el primer tramo de competición. Anquela se había quejado al respecto en varias ocasiones, de ahí que, a mitad de campaña, se decidiera a darle paso al sistema con tres centrales y dos carrileros largos, que hizo mejorar de inmediato los números defensivos. Lograr sostener los ataques de los rivales ha sido uno de los pilares para que el Oviedo de 2019 siga coleccionando puntos que le sitúan como el conjunto con mejores números en lo que va de año.
En la toma de decisiones de Anquela también hay nombres propios. El de Nereo Champagne es más claro. El entrenador le dio la alternativa aunque Alfonso Herrero no estaba fallando. Adujo entonces el técnico que quería motivar un cambio en el equipo. En Albacete, Champagne volvió a intervenir una par de veces de forma decisiva. Es básico hoy por hoy en los planes del entrenador.
