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LAS PALMAS 1 - SPORTING 0

Las Palmas toma aire a costa de un cándido Sporting

Un solitario gol de Ruiz de Galarreta le permitió al equipo canario lograr los tres puntos ante un rival que no tuvo acierto de cara a puerta.

Las Palmas toma aire a costa de un cándido Sporting
CARLOS DIAZ RECIODIARIO AS

Se hace fuerte Las Palmas en casa, anoche a costa de un Sporting que no supo horadar la roca amarilla, cada día más firme en defensa. Más activa ayer en ataque, en esta ocasión le bastó con el gol de Ruiz de Galarreta, cada día más importante en la cocina del juego amarillo, verso libre y suelto en un equipo acaso trincado, en ocasiones alarmantemente estático, conservador en cualquier caso. Continúa invicta en 2019 y tampoco conoce este curso la derrota en el EGC, donde debe alimentar las pocas esperanzas que le quedan de pelear por el ascenso. Firme en defensa, se impone generar más juego en ataque. Ocurre que progresa muy lento y la liga trascurre muy rápido, y ya perdió demasiado tiempo.

La intensa primera parte comenzó como un cohete. Tanto, que apenas se habían jugado 15 segundos cuando Alegría le dio el primer aviso a Raúl. Se lo creyó el Sporting pero Las Palmas, con Fidel, Blum y Galarreta, tomó pronto el control de la situación, en ocasiones llegando hasta en oleadas a la guarida rival, y Timor perdonó el 1-0, lo mismo que el propio Alegría poco después. Sí estuvo certero Gallareta para inaugurar el marcador tras una contra perfectamente ejecutada entre Blum y Rubén, en la que el alemán le mandó un perfecto pase en largo, ni que fuera un beso volado por su clase y dulzura, para que Rubén, a quien Mariño le ‘hurtó’ el 2-0, le pusiera el gol en bandeja al centrocampista vasco.

Conservar. En el segundo tiempo, se limitó Las Palmas, tan replegada como siempre, a conservar su ventaja ante un cándido Sporting, que no aprovechó su dominio. La moneda al aire, por una vez, acabó con la cara hacia arriba. Ivi, al poco de salir, casi logra el empate, y la desesperada subida de Mariño en el epílogo no surtió efecto. Fue muy cándido el equipo de José Alberto, que pierde el fuelle que le dio aire a la UD.