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BARCELONA

Messi y Suárez, 'cómplices' de la renovación de Valverde

La bendición del argentino y el uruguayo al trabajo del Txingurri ha pesado en la continuidad de Valverde. El resto de vacas sagradas también dio el plácet.

Messi y Suárez, 'cómplices' de la renovación de Valverde
Alejandro GarcíaEFE

Detrás de la renovación de Ernesto Valverde hay varias claves. Una de las más importantes, la bendición de Messi y Luis Suárez al trabajo del Txingurri. Desde que entró por el vestuario en verano de 2017, al argentino le generó confianza. Tanto, que cuando algún miembro de la plantilla le sugirió a Messi que hablara con él para cambiar su costumbre de entrenar por la tarde en la previa de los partidos y regresase a la costumbre de Luis Enrique de hacerlo por la mañana, el argentino lo ignoró. Quiso que el trabajo se hiciese a la manera del técnico.

Messi y Suárez, pese a que el uruguayo no es oficialmente uno de los capitanes, tienen una importante ascendencia en el vestuario. Que esa buena relación de Valverde con las dos estrellas se extienda al resto de las vacas sagradas, ese bloque nacional formado por Busquets, Piqué o Sergi Roberto, los otros capitanes, o incluso Jordi Alba, ha pesado en muchas direcciones. En Valverde, para extender un tiempo más su relación con el grupo humano pese al desgaste que genera. En el club, por tener la tranquilidad de que ahí dentro de momento las aguas bajan calmadas. Los jugadores viven cómodos y trabajan a su gusto. Hay más de uno que lleva más de una década en ese vestuario y no necesita ningún trato autoritario. Muchos años después, conocen sus obligaciones.

Además, y pese a que existe la corriente generalizada de que Valverde da pocas oportunidades a los jóvenes, el sector que tal vez podría estar menos feliz con su renovación, el club no tiene esa perspectiva. Valverde ha sabido esperar el momento de cocción justo de Aleñá para empezar a darle minutos. La recuperación de Dembélé, jugador que estuvo a punto de ser condenado a la hoguera por el entorno, también se valora mucho en el club. Bartomeu considera que es un buen entrenador para guiar a Arthur, Lenglet o la entrada en el Barça de otro joven como De Jong. La fecha de su ampliación, junio de 2021, que coincide con el fin del mandato de Bartomeu, no es ninguna casualidad. El presidente cree que es una buena idea llegar al final de su camino con el Txingurri de la mano.

Tal vez entonces, 2021, será un momento para la reflexión. Futbolistas como Messi, Suárez o Piqué estarán ya en los 34 años; Busquets en los 33. Puede entonces que sea el momento del cambio. Mientras tanto, ese inicio de la curva descendente en la carrera de esos jugadores será gestionado por alguien que ya los conoce y a quien ellos valoran. Si Messi y Suárez dan su bendición y el resto del vestuario da el plácet, Valverde ya sabe que, con más o menos éxito, puede hacer su trabajo con tranquilidad. No es fácil tener una ventaja así en un club tan gigantesco.