Ramos podría buscar ante el Girona la quinta amarilla
Tras su delación en la zona mixta del Johan Cruyff Arena, el sevillano podría intentar ver la tarjeta para cumplir ante el Levante y asegurarse el Clásico.
Sergio Ramos tiene este domingo, en el Real Madrid-Girona del Bernabéu, una oportunidad de oro para asegurarse el Clásico de Liga del 2 de marzo. El capitán del Real Madrid lleva cuatro tarjetas amarillas, por lo que está apercibido de sanción por acumulación. Viendo la quinta ante el Girona, se perdería la siguiente jornada (Levante-Real Madrid, 24-F a las 20:45) y no dejaría de jugar, por motivos de sanción, el Clásico del Bernabéu. El problema no es de timing, sino de relaciones públicas: tras lo sucedido en la Champions ante el Ajax, es un momento poco propicio para que Ramos vuelva a buscar deliberadamente una tarjeta, si bien en LaLiga nunca se sancionan esas acciones por muy evidentes que lleguen a ser.
Y eso que el Código Disciplinario de la RFEF recoge este supuesto, del mismo modo que el de la UEFA. En el punto 3 del artículo 112, el Código especifica: "El futbolista que en el transcurso del partido provoque la quinta amonestación a que hace méritos el presente artículo (sobre acumulación de amarillas), podrá ser sancionado, además de con la sanción prevista en el párrafo primero de este artículo, con un partido adicional de suspensión y multa accesoria en cuantía de 600 €. Para la determinación de la intención del futbolista se tendrán en cuenta 57 circunstancias tales como la naturaleza de la regla del juego infringida, la actitud del futbolista durante el encuentro, etc.. A tal efecto, el árbitro del encuentro estará habilitado para hacer constar tal circunstancia en el acta arbitral".
A la espera de lo que decida el Comité de Control, Ética y Disciplina de la UEFA, Sergio Ramos ya sabe que corre serio peligro de perderse no sólo la vuelta de octavos de final de Champions ante el Ajax, sino también la ida de cuartos de final, en caso de que el Madrid haga bueno el 1-2 de la ida en Ámsterdam. Parece que forzó la tercera amarilla en la competición europea y luego, ante los medios, insinuó que así había sido: "La verdad es que, viendo el resultado, te mentiría... Es algo que tenía presente y bueno, no es subestimar al rival ni pensar que la eliminatoria se ha pasado, pero lo he decidido así. Una tarjeta en el minuto 88, me quedaré en la grada, animare como un ultra más".
Luego se desdijo en Twitter ("Quiero dejar claro que me duele más que a nadie, que no he forzado la tarjeta, como tampoco lo hice contra el Roma en mi anterior partido de Champions"), pero el daño ya está hecho y ahora es el comité de UEFA encargado de sancionar el que deberá decidir si es castigado con dos partidos, como ya le sucedió a Carvajal el curso pasado en la fase de grupos (se perdió la ida de octavos ante el PSG) o a Corona, del Oporto, este año.