LAS PALMAS
Paco Herrera empeora todos los números de Manolo Jiménez
Tan rico en tópicos, en el fútbol se dice aquello de "a entrenador nuevo, victoria segura". No parece el caso de la Unión Deportiva, que tardó seis partidos en saborear un triunfo.
Más que por sensaciones, que no por números ni clasificación, se intuía, a mediados del pasado noviembre, que Las Palmas sopesaba seriamente la posibilidad de prescindir de Manolo Jiménez. Se barruntaba desde hace tiempo, pues el entrenador sevillano tampoco contaba con la venia de algunos de los asesores presidenciales. En cualquier caso, tras el empate a 2 con el Granada, el día 16 del citado mes, en las entrañas del EGC se decidió cesar de manera fulminante a Jiménez.
Activada la maquinaria para la búsqueda de su sustituto muchas semanas antes, la UD anunció el regreso de Paco Herrera, a quien había echado por la puerta de atrás en la temporada del regreso a Primera. El caso es que Herrera siempre fue muy querido en la Isla, por lo que el club lo fió todo a uno de los héroes del ascenso para sofocar, en parte, la revuelta social provocada por el cese de Jiménez, que muchos interpretaron como un capricho de los despachos amarillos.
“Con Manolo Jiménez no era el juego, sino los resultados. Si ganase, seguiría en el equipo”, dijo en su día Toni Otero en Ser Deportivos Las Palmas. En continúa zozobra tanto en el césped como en los despachos, se usan criterios dispares pues Herrera, en sus diez primeros partidos (sin contar el no jugado en Reus), empeora todos los registros de Jiménez en idéntica cifra de encuentros dirigidos.
Con Jiménez, Las Palmas ganó 5 partidos, empató 3 y perdió dos. Mientras, con Herrera, las cifras son de 1 duelo ganado, 7 empatados y 2 perdidos. Es decir, 18 por 10 puntos.
Los playoff se complican; el ascenso directo, una quimera
Cuando Miguel Ángel Ramírez, presidente de la Unión Deportiva Las Palmas, dio el visto bueno al despido de Manolo Jiménez, mucho mejor que ahora le andaban las cosas a la entidad grancanaria. Así, tras la disputa de su 14º partido del curso, el equipo tenía el ascenso directo a 7 puntos, pero sumaba 22 y se mantenía en el sexto lugar de la clasificación, ocupando por tanto puestos de playoff, objetivo mínimo del curso.
Ahora, con Paco Herrera en la banda y con un 2019 que ya funciona a pleno rendimiento, se ha frenado la caída libre clasificatoria, mas no hay progreso que valga. Así, el equipo, ya sumados los tres puntos del no partido contra el Reus, ocupa el 11º puesto de la tabla de Segunda División, ahora mismo a 5 puntos de los playoff, dato ‘falso’ hasta que a todos los equipos se les sume la victoria correspondiente al partido contra el equipo catalán, expulsado de la competición tras unos meses de bochorno e impagos que continúan.
Si Las Palmas tiene los playoff cada vez más complicados, el ascenso directo queda como un tiempo pretérito, toda una quimera a estas alturas del curso. Ocurre que el Osasuna, que ocupa la segunda plaza con 47 puntos, aventaja en 13 a la formación insular, que a este paso ‘tirará’ la temporada mucho antes de lo esperado.
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