Solari no tiene vértigo

Solari no tiene vértigo. El Madrid, hasta el momento, ha dado la talla en los encuentros de enjundia desde que el argentino llegó al banquillo. Ganó a Roma (0-2), Valencia (2-0) y Sevilla (2-0) y empató (1-1) en el Camp Nou, un resultado a priori bueno para el encuentro de vuelta. Además, aunque los rivales eran de menor entidad, el equipo rindió en el Mundial de Clubes, trofeo que ganó con mucha autoridad. Cuando llegan los momentos decisivos, el equipo responde.

En los 24 encuentros que ha dirigido (18 victorias, dos empates y cuatro derrotas), los tropiezos han llegado en partidos a los que el Madrid llegó como muy favorito. Cayó fuera contra el Eibar (3-0) y el Leganés (1-0) y en casa ante CSKA (0-3) y Real Sociedad (0-2). Además, empató (2-2) contra el Villarreal un partido que tuvo muy controlado. La plantilla se enchufa más cuando llegan las curvas en el calendario…

Más allá de los resultados contra los grandes, Solari ha tenido la personalidad suficiente como para darle su toque de autor al equipo. Su primera decisión no fue sencilla ni popular: Isco, suplente. Jugador y entrenador no tuvieron feeling desde el primer entrenamiento y no le tembló el pulso para sentenciar al malagueño, que venía de ser la bandera del proyecto fallido de Lopetegui.

También se atrevió con Marcelo, en un momento de forma bajo. Aunque con el brasileño la decisión ha sido a medias. Al contrario que con Isco, Solari se empeña en recuperarle. Le elogia en las conferencias de prensa y evita responder cuando los periodistas le preguntan.

En ataque, Bale fue suplente en el Camp Nou. Su apuesta por Lucas Vázquez es firme y el gallego le respondió (gol ante el Barça). Además, Vinicius pasó de jugar en el Castilla con Lopetegui a ser innegociable para Solari. Decisiones de peso, nada fáciles, que demuestran que a Solari no le da vértigo el banquillo del Madrid. Y de momento le va bien…

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