"En caliente discutí con Florentino y se precipitó mi despido"
Luxemburgo declaró en The Coaches' Voice que Florentino le recriminó que sustituyera a Ronaldo contra el Getafe. "Aquí no se hace eso", le dijo el presidente...
Vanderlei Luxemburgo (66 años) habló en el The Coaches' Voice sobre su llegada al Real Madrid, el 30 de diciembre de 2004, sustituyendo a Mariano García Remón. El entrenador brasileño reveló cómo fue su fichaje, su relación con los jugadores en el vestuario blanco y la discusión con Florentino Pérez que causó su despido el 4 de diciembre de 2005. El texto se titula El reloj de arena del Madrid…
Su llegada al Real Madrid: "Recuerdo la llamada del club blanco a finales de 2004 interesándome por mí. Al principio me sorprendió. Pero lo valoré como una experiencia única. Una oportunidad que no podía rechazar. No le dije nada a nadie. Ni siquiera a los brasileños que estaban en el Real Madrid en esa época, Roberto Carlos y a Ronaldo. Jugadores a los que yo conocía muy bien de mi paso por la selección brasileña".
Así conocieron los brasileños del Madrid su fichaje: "Se enteraron de la noticia en el aeropuerto en Brasil camino a Madrid. Nos cruzamos allí los tres. Ellos regresaban a España tras las vacaciones de Navidad. ‘Entrenador, ¿qué haces yendo para Europa? ¿De vacaciones?’, me preguntaron. Les dije que no. ‘Voy a entrenaros a vosotros’. Se quedaron muy sorprendidos".
Debutó ante el Real Sociedad en un partido donde sólo se jugaron seis minutos. Era un encuentro que se suspendió por una amenaza de bomba: "Hicimos un calentamiento muy intenso, diferente a la dinámica habitual. Debíamos salir al cien por cien desde el primer segundo. Ya en el vestuario reuní a los jugadores. No se podía hablar mucho de táctica o de planteamientos. En tan poco tiempo no iba a ser posible desarrollar nada. ‘Para ganar esto necesito que ustedes le hagan llegar el balón a Zidane y Ronaldo’. Sabía que Ronaldo y Zidane tenían esa calidad única para ganar un partido como ese. Así que la idea era que la pelota le llegara a uno de los dos lo más rápido posible. Ronaldo agarró el balón y tras una jugada personal le hicieron penalti. Zidane marcó el gol. La euforia fue tremenda".
El vestuario del Madrid: "Entrar en el vestuario del Real Madrid es como hacerlo en la ONU. Tienes jugadores de todas las nacionalidades con los que tienes que hacerte entender. Y debes hacerlo muy rápido. Al contrario de lo que se dijo en los medios, yo no tuve ningún problema con ninguno de ellos. Entendieron lo que quería. Y lo supe por un mensaje de Zidane en mi teléfono el día que dejé el club: ‘Entrenador, es una pena que haya tenido que marcharse del Real Madrid. Aprendí mucho con usted. Me volvió a colocar en una posición con la que yo gané la Copa del mundo de Francia".
Su idea: "Coloqué a Zidane en el equipo jugando por detrás de Raúl y de Ronaldo, acompañado de un grupo de jugadores muy rápidos a su alrededor. De mi paso por el Real Madrid tengo la sensación de haber dejado una buena imagen. Gané los siete primeros encuentros. Pero ese mensaje de Zidane es una de las gratificaciones que me llevo. Fue mi gran conquista".
Su despido: "Se precipitó tras una discusión con el presidente, Florentino Pérez. Llegó tras un partido ante el Getafe en la Liga. Nos habían expulsado a Beckham y estábamos ganando 1-0. En el minuto 87 saqué a Ronaldo del campo para fortalecer más la defensa. Al público del Bernabéu no le gustó el cambio porque Ronaldo era el ídolo y a Florentino Pérez tampoco. Después del partido me llamó. ‘Míster, ¿por qué quitó a Ronaldo?’, me preguntó. ‘Ronaldo ya había hecho su partido. El partido estaba terminando y teníamos un jugador menos en el campo’, respondí. Defendí que era una decisión técnica. Pero él no estaba de acuerdo con eso: ‘Aquí no se puede hacer eso, tiene que dar espectáculo, los aficionados quieren espectáculo’. (…) Con el paso de los años te das cuenta de que tal vez sin aquella discusión con Florentino Pérez habría seguido en el Real Madrid. Reconozco que fue una discusión innecesaria, en caliente. Podríamos haber hablado en otro momento, y no después del partido, cuando todavía sientes la tensión del juego. Estoy seguro de que con tiempo habría conseguido el trabajo que quería realizar. Pero no lo tuve. Al final, el reloj ganó".