Calma tensa tras la vorágine de nueve partidos en 30 días
Sufrió los “efectos colaterales” que había pronosticado Rubi, con solo dos victorias, lesiones, la eliminación copera y un margen de error en LaLiga agotado.
Como un terremoto se han sentido los nueve partidos en justo 30 días que ha tenido que disputar el Espanyol desde que arrancó 2019. Han sido cinco encuentros de Liga y cuatro de Copa del Rey que, como ya advirtió Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’, han dejado “efectos colaterales”. Por lo pronto, una eliminación en el torneo del KO y una situación peligrosa en LaLiga, con la zona de descenso situada a solo dos puntos.
Para comenzar, solo pudo el Espanyol salir victorioso de dos de esos partidos: el primero de todos, el 4 de enero contra el Leganés (1-0), y uno crucial, la vuelta de los octavos de final de la Copa frente al Villarreal (3-1). Por el contrario, han sumado los pericos tres empates (2-2 contra los propios ‘groguets’ y el 1-1 frente al Betis en la ida de los cuartos de Copa, además del 2-2 de nuevo ante el Villarreal, pero en LaLiga) y hasta cuatro derrotas: 3-2 en Anoeta, 3-0 en Ipurua, 2-4 en casa frente al Real Madrid y el 3-1 del Betis en la vuelta de los cuartos, prórroga mediante. 840 minutos de juego que han pesado enormemente en las piernas y las mentes de los futbolistas.
Paralelamente, esta ristra de encuentros sin parar han ido dejando un goteo de lesiones: David López, Óscar Duarte, Naldo Gomes, Sergio García, Hernán Pérez, Adrià Giner Pedrosa... Un alto precio que espera paliar el Espanyol con las semanas largas que procura este mes de febrero, y que empiezan con un higiénico día de descanso este martes antes de empezar a preparar, el miércoles a las 10:45 en la Ciudad Deportiva, el duelo directo del sábado ante el Rayo Vallecano, en Cornellà (18:30 horas). Aunque este mes, por mucho que contenga más descanso que el anterior, cuenta con otro hándicap: ya no le queda al Espanyol margen para fallar.