Incertidumbre en el Reus: los jugadores buscan un plan B

Pasan las horas y los jugadores del Reus siguen sin ganar en tranquilidad. La venta del club y la llegada de los inversores estadounidenses Russell C. Platt y Clifton V. Onolfo (poseen el 99,7 por ciento de las acciones de la entidad) no ha sido del todo festejada por el vestuario ‘roig i negre’. Los jugadores no saben qué pasará en el futuro, han recibido muy pocas noticias sobre este cambio de propiedad, y muchos de ellos ya se han puesto en contacto con un grupo de abogados para conocer las opciones legales que tienen para poder abandonar el club.

Jugadores como Linares ya dejaron claro al vestuario que no competirán más con la camiseta del equipo ‘roig i negre’ (tiene una oferta del Zaragoza) y su postura está ganando cada vez más adeptos. Salvo sorpresa tampoco disputarán el encuentro de este fin de semana ante el Albacete (LaLiga lo suspendió de forma cautelar) y son conscientes de que se les acaba el plazo para encontrar otro equipo. La incertidumbre crece y las prisas son cada más mayores. Y es por ello, que hay algunos futbolistas como Olmo, Juan Domínguez, Querol, Gus Ledes y Mario Ortiz ya han recibido ofertas de otros clubes que están interesados en conocer su situación y ficharles en este mercado invernal. Pese a ello, todos están esperando una solución. Eso sí, no lo harán eternamente y esta semana será clave para saber si pueden quedar libres e ir a otros equipos o no. Una opción que tienen es abonar su cláusula de rescisión, pero no es tan fácil ni rápido. Ello dejaría al Reus indefenso porque no podrían cumplir con el cupo mínimo de fichas profesionales para poder competir en Segunda y la entidad podría ir por la vía legal y retrasar su marcha dejándoles poco tiempo o ninguno para firmar por otros equipos en este mercado invernal.

Lo que está claro es que los jugadores están viendo como las deudas no desaparecen y ello ha provocado que haya mucho escepticismo. Los inversores Russell C. Platt y Clifton V. Onolfo trabajan a contrarreloj. La situación continúa siendo dramática y los esfuerzos deben ir centrados en convencer al juez de Disciplina Social de LaLiga (podría fallar la próxima semana sobre si expulsa o no al equipo de Segunda) de que hay una capacidad económica suficiente como para ponerse al día en las nóminas de jugadores, cuerpo técnico y empleados del club y no sufrir más en este aspecto en lo que queda de temporada.