Simeone-Morata: a un paso de cumplirse el "¡vente conmigo!"
En mayo del 2017 el técnico, bromeando, ya le expresó al ariete su deseo mientras calentaba durante un Madrid-Atlético. Los elogios se han venido sucediendo.
La marcha de Kalinic aparece como el último escollo para que el Atlético pueda completar el difícil puzle que tenía que completar para conseguir a Morata. Ayer el club rojiblanco y el Mónaco acordaban la cesión de Gelson, que debiera hacerse oficial hoy y, en paralelo, el Milán anunciaba la adquisición de Piatek, mientras que el Chelsea hacía lo mismo con Higuaín. Paso a paso, condición a condición, todo se va cumpliendo para que Simeone, una vez más, consiga otro objetivo en el mercado.
Está a un paso de reunirse con Morata, un delantero de su estilo y que desde hace tiempo. En mayo de 2017, medio en broma medio en serio, Simeone le demostró al delantero, por entonces del Real Madrid su deseo. Mientras el ariete calentaba en el transcurso de un Madrid-Atlético de Champions, el técnico le soltó un “¡vente conmigo!” al jugador que volvía a ver desde el banquillo otro partido importante de su equipo. “Sólo le hice una broma cuando pasaba”, explicó luego el técnico, mientras que el jugador ironizó dirigiendo la conversación a una empresa de dulces que había montado.
Lo cierto es que Morata ha estado en las quinielas del Atlético en los últimos mercados de fichajes. Antes de marcharse a la Juventus ya se dio una opción. Se interesó por él cuando iba a salir del Real Madrid, pero entonces Florentino Pérez se opuso a su marcha al eterno rival. No fue la única vez. Morata acabó en el Chelsea, pero los piropos del técnico argentinos han sido tan constantes como todo lo que ha porfiado para que ahora venga. “Le va a dar mucho juego al Chelsea…”, decía Simeone antes de recibir en el Metropolitano al que después fue uno de los verdugos la temporada pasada. Morata marcó aquella noche y el Chelsea fue el primer rival en ganar en el Metropolitano. “Podré contarle a mis hijos que marqué en este gran estadio”, afirmó después con gran respeto el delantero.