Arnáiz, un 'fichaje' ilusionante del Lega que sueña con el Camp Nou
El talaverano podría volver al estadio en el que soñó triunfar hace poco más de un año. Jugó sus primeros minutos oficiales de pepinero ante el Real Madrid.
En el fútbol hay retornos y retornos. El de José Arnáiz al Camp Nou el próximo domingo podría ser de los segundos. De los especiales. De los que tocan la fibra. El atacante, eso sí, es duda. Tiene fiebre. Pero de regresar, el extremo talaverano del Leganés volverá al estadio en el que soñó triunfar hace no mucho. Sin visos de recaídas en sus problemas físicos, su buena evolución abre un frente de esperanza para la segunda vuelta. Él está como loco por jugar y el equipo tiene depositada en sus virtudes muchísima fe. Creen que puede ser un 'fichaje' trascendente que otorgue al Lega el salto de calidad que se necesita por Butarque para mantener la categoría.
Poco más de un año atrás, sobre el verde de Les Corts, Arnáiz saboreaba qué era marcar un gol en el coliseo culé. Lo hizo vestido de blaugrana. Frente al Murcia, en Copa del Rey. En aquella eliminatoria se salió. Los elogios le llovieron. La ciudad condal palpitaba ilusión en torno a un jugador diferente, fichado por 3 millones al Valladolid para reforzar el filial, aunque en la mente de todos estaba que su destino sería el primer equipo. En él había futuro, regate, filigrana y gol. Hasta que las lesiones cercenaron su meteórico ascenso.
La batalla diaria con los suyos
Un problema de pubis le frenó en seco. En enero tuvo que parar. Retornó con el Barça B en febrero, pero aquella vuelta fue fugaz. Desde entonces, no jugó ni un partido más en todo el curso. Pasó por quirófano. Los tratamientos se convirtieron en su día a día. Nada de balón, goles o regates. Sólo rehabilitación, rehabilitación y más rehabilitación. Rutina dolorosa envuelta del cariño de los suyos. En octubre confesó a As que sin ellos, sus más cercanos, no habría salido de ésta.
Pero ellos estaban ahí y Arnáiz hizo del 'no me rendiré' su lema diario. En julio, vio un fogonazo de esperanza. Se incorporo a la pretemporada del Barça B justo semanas antes de que el Leganés lo convirtiera en el fichaje más caro de su historia con una inversión de cinco millones de euros por un porcentaje de sus derechos.
Comenzaba para él una etapa ilusionante que, de nuevo, se paró en seco. A los dos días de comenzar entrenarse como pepinero se rompió.
Sin alta competitiva
Aquella recaída lo mantuvo apartado hasta noviembre, cuando, esta vez sí, volvió a jugar de nuevo. Fue un amistoso y, caprichos del destino, contra el mismo rival contra el que jugó por última vez en febrero: el Alcorcón. Resultado final, 1-3 para los amarillos. Para Arnáiz, la cosa fue diferente. Aquellos escasos minutos de la segunda parte sobre el césped de Butarque representaron una goleada de ilusión. Ya estaba listo.
Eso decían los partes médicos, pero Mauricio Pellegrino decidió aguantar para darle el 'alta competitiva'. El Flaco quería otorgarle minutos, pero las exigencias del Leganés y las del futbolista iban por caminos diferentes. Era, argumentaba el entrenador, difícil proporcionarle presencia en el césped cuando cada duelo blanquiazul era a vida o muerte.
Con este panorama, el Flaco sólo lo convocó en tres partidos antes de acabar el año: contra el Rayo en Copa, y frente al Celta y Sevilla en Liga. Precisamente frente a los hispalenses estuvo a punto de reaparecer de forma testimonial, pero el 1-1 de Ben Yedder en el 91' chafó sus planes. Habría que esperar al año nuevo: 2018 se zanjó sin que Arnáiz jugara ningún partido más que el amistoso frente al Alcorcón.
Ilusionante 2019
En el segundo duelo de 2019, ante el Real Madrid en Copa del Rey, el ex del Barça B debutó oficialmente con el Lega. Jugó los últimos 12 minutos de la ida de octavos en el Bernabéu. El marcador iba ya 3-0, pero a Arnáiz no le importó. Descaro, desmarques, regates y algún amago de tiro a puerta regaron su breve presencia en la Castellana. Fue con todo para encontrar el gol y reencontrarse a sí mismo. Lo primero no lo consiguió. Lo segundo, sí.
Tras aquello volvió a ir convocado ante el Huesca el pasado domingo. No jugó. El miércoles, contra el Real Madrid, en Butarque sí lo hizo. Compitió los últimos 27 minutos del choque de vuelta de los octavos de la Copa. Aunque no se logró la remontada, el Leganés venció y, para Arnáiz, fue un buen estreno oficial frente a su parroquia. De nuevo hubo descaro, desmarques, regates y algún amago de gol. Sí, Arnáiz ha vuelto y no es un regreso cualquiera. Porque en el fútbol hay retornos y retornos.
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