David Torres le pega un cabezazo al proyecto del Hércules
El Ontinyent tumba al equipo de Planagumà (1-0), que vive la primera crisis seria del curso. Fuera del playoff y a nueve puntos del líder.
EI miedo a que enero derrumbase el proyecto del Hércules ya es palpable, tangible. El conjunto de Planagumà está tocado anímicamente. El equipo sigue sin ver puerta y la solidez defensiva de antaño no existe. Con esas dos losas, el bloque se ha caído de forma escandalosa. Lo dicen los números (10 puntos de 30), las sensaciones y la clasificación. El Hércules es sexto, se ha olvidado del liderato (está a 9 puntos) y la caída libre no tiene pinta de tener frenos. El Ontinyent desnudó una vez más al equipo alicantino y David Torres, un ex con ganas de venganza, fue el verdugo, el hombre que le pegó un tiro al proyecto del Hércules. La primera crisis seria del curso ya está aquí.
El conjunto de Planagumà no mereció perder en El Clariano. A los puntos, debió empatar. Pero ahora mismo todo sale mal. La plantilla blanquiazul está negada de cara a puerta y así es imposible cambiar la dinámica. El partido pudo variar por completo a los tres minutos si Samuel hubiese acertado en un disparo claro que tuvo en el área pequeña y con todo a favor. Craviotto se la paró y a partir de ahí, como si fuese un hechizo, el Hércules ya se derrumbó cada vez que se acercó al área.
El Ontinyent creció a partir de ese momento y empezó a generar problemas. Zarzo olió la sangre por su costado cuando Álvaro se lesionó y Juanjo entró frío al partido. Por ahí, vino el gol de la victoria del Ontinyent. El extremo se fue de Juanjo y metió un balón al área. Por allí entró como un toro David Torres para rematar de cabeza y cobrarse su particular venganza.
El gol noqueó a un Hércules que no reaccionó hasta el inicio de la segunda parte. En cinco minutos, Chechu disparó a la escuadra, Craviotto le hizo otro paradón a Carlos Martínez y Chechu volvió a chutar alto. El asedio era total, pero duró diez minutos. El Ontinyent aguantoó el tipo y pudo cazar alguna contra. Zarzo y Soler tuvieron la sentencia. Juli vio puerta, pero le anularon el gol por un fuera de juego dudoso. Ahí murió el partido. Y el Hércules. El equipo de Planagumà terminó abatido psicológicamente. El Ontinyent, en descenso hasta ayer, volvió a ganar en casa cuatro meses después y abrió la primera crisis seria en los alicantinos.
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