Borja Galán: "De niño ni soñaba marcar goles con el Alcorcón"
Estudió a dos calles de Santo Domingo, el estadio de una de las sorpresas de LaLiga 1|2|3. Fichado en verano, atiende a As ahora que es protagonista.
El Alcorcón, contra pronóstico en playoff (6º) en Segunda, abre las puertas de su casa al Diario As para charlar con Borja Galán (Madrid, 1993), una de las sensaciones del equipo alfarero. Después de soñar en las inferiores de Atleti, Getafe, Deportivo y hasta de la Selección, Cristóbal Parralo le dio la oportunidad que perseguía. Y él la está aprovechando.
Con lo que gusta criticar en redes sociales, no hay reproche alguno en el tuit en el que el Depor anunció que se iba. Tampoco en el que el Alcorcón oficializaba su fichaje ni en el de su adiós a A Coruña.
De la afición del Depor sólo tengo buenas palabras. Cuando se anunció que venía recibí mucho cariño, ánimo y deseos de suerte. Y se agradece: somos jugadores y estamos centrados en el juego, pero también gusta ese cariño de la gente, sentirse querido, arropado…
¿Fue Cristóbal Parralo quien le llamó?
Cuando se hace oficial que él firma aquí, lo primero que hago es felicitarle y luego ya me hace saber que, si existe la posibilidad de contar conmigo, lo va a intentar. Y aquí estoy.
Simeone le convocó en el Atlético, como Escribá en el Getafe, entrenaba con el primer equipo del Deportivo… ¿Qué le había faltado para que llegase su momento?
Ahora que llega mi momento, como dice, quiero aprovecharlo. No soy quién para decir qué ha faltado antes. La confianza de un entrenador es clave y, por supuesto, este año sí que la he tenido.
Es el segundo fichaje con más minutos, sólo detrás del pichichi del equipo, Juan Muñoz. ¿Esperaba un aterrizaje tan provechoso?
Sabía que venía a un grupo que mantenía muchos jugadores del año pasado y que sería complicado entrar en la dinámica, pero, tras unos días en los que igual te encuentras más extraño, no eres un fichaje, sino uno más.
¿Y el gran año del grupo, tras la angustia de las últimas temporadas y con el cuarto presupuesto más bajo de la categoría?
Sabemos que nuestro objetivo es la permanencia, pero cuando ya llevas un tramo importante de la temporada y ves que estás arriba, que consigues victorias seguidas, coges esa confianza para seguir así. Hay una anécdota con Sangalli, que me dijo al principio 'oye, tú que conoces al míster..., ¿suele dar días libres?', le respondí que sí si conseguías victorias seguidas y contestó 'joe, en esta Segunda es casi imposible'. Y de momento no ha ido mal…
Son los segundos menos goleados de LaLiga 1|2|3. ¿Les molesta que se les pueda etiquetar como defensivos?
Es un orgullo ser el equipo menos goleado, no me parece algo peyorativo, habla bien de nosotros. El que nos ve sabe que no somos un equipo que se cierra atrás y sale a la contra. Nos gusta el balón y esa es una de las claves de que tengamos tantas porterías a cero. Cuando no lo tenemos, apretamos todos como animales. Es un trabajo de equipo.
Han sumado 23 de los 34 puntos en casa. ¿Preocupa lo que pueda pasar fuera?
Hay auténticos equipazos este año y cualquier campo al que vayas fuera es histórico, y eso también gusta. Cuando vienes de ganar en casa, ya vas con la tranquilidad de que las cosas marchan bien y con la soltura de que has hecho los deberes.
Estudió cerca de Santo Domingo. ¿Soñó que marcaría goles en este estadio?
Soy de aquí, estudié aquí al lado, en el Colegio Amanecer, que está a dos calles. Cuando eres tan pequeño ni lo sueñas, es que ni te lo planteas. Llegar a ser profesional en el fútbol español es tu sueño y que se haya dado venir aquí y tener minutos es una curiosidad por la que estoy muy contento.
¿Tuvo otras propuestas?
Sí, pero bueno, más rumores. Propuestas como tal, sólo el Alcorcón, que fue el primero que se interesó y el que más fuerza hizo de la mano del míster, así que no dudé.
¿Cuánto pesó ese guiño, regresar al lugar donde creció?
Volver a una ciudad que conozco, con un cuerpo técnico que sabe cómo soy y a un equipo de mayor categoría al que estaba... Se daba todo.
En el Atleti coincidió con Thomas o Saúl. ¿Se escribe con alguno?
Sí, sí. Tengo mucho contacto con Thomas, un chico que vino de Ghana y al que en juveniles llevaba a entrenar todos los días en mi coche. Cuando fue a jugar el Atleti a Riazor, estuve con él, me dio su camiseta… Ahora que estoy aquí nos hemos visto alguna que otra vez. Me escribió cuando se enteró de que firmaba por el Alcorcón. Es muy buena gente.
Firmó hasta 2020, pero el Depor tiene opción de repesca. ¿Le ha llamado alguien tras este ilusionante inicio?
No. Escuchas cosas, pero estoy centrado aquí, en el equipo que me ha dado la oportunidad de jugar en el fútbol profesional. Antes, hablé con Carmelo del Pozo, que me trató de manera espectacular y me dio la oportunidad de venir aquí teniendo contrato con ellos, así que estoy muy agradecido.
En A Coruña piden su vuelta.
Si nos empezamos a desviar, a poner la cabeza en otras cosas, con todo lo que queda de temporada todavía, me haría mal a mí, al equipo… Tenemos que estar centrados aquí y hacerlo bien cada entrenamiento porque la competencia interna es durísima. Seguro que haciendo las cosas bien llega un futuro bueno para todos.
Por cierot, de allí no volvió solo...
Sí, en A Coruña conocí a Mabel, mi novia: yo tomaba algo en un bar con un amigo, ella con una amiga… y aquí estamos, dos años después.
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