Murillo superó el examen que Mina suspendió
En el Ciutat de València se estrenó el central colombiano haciendo un partido serio en el lugar en el que su compatriota fue sentenciado
Jeison Murillo tenía cara de preocupación al inicio del partido. En sus primeros 18 minutos como defensa central del Barcelona en partido oficial el equipo había encajado dos goles. Sí. Un certero cabezazo a la salida de una falta mal defendida y una acción en la que algo más pudo hacer ante Borja Mayoral apuntaban a drama para el jugador, cedido por el Valencia hasta final de temporada y con opción de compra para los azulgrana de 25 millones. Antes, eso sí, y con 1-0, había colaborado directamente a que el Levante no doblase ventaja bloqueando un remante levantinista.
En ese mismo estadio, en mayo del año pasado, Yerry Mina, amigo y compatriota de Murillo, fue sentenciado como futbolista azulgrana. Una nefasta actuación del ahora zaguero del Everton, unida a la poca fe que le tenía Ernesto Valverde y los técnicos del Barça, acabaron por liquidar la pobre y corta aventura de Yerry en el Camp Nou.
Murillo anoche fue de menos a más. Creyó en su cometido, pero le costó lo suyo. Salió de inicio con Chumi, zaguero del filial que no anduvo fino y que acabó siendo relevado en la segunda parte. En un tono muy constructivo y elaborando un buen análisis de choque, el colombiano defendió a su compañero. “Está en fase formación”, dijo. Es verdad, y los datos así lo demuestran, que con Clement Lenglet a su lado, el juego de Murillo fue más seguro.
Los números de Opta sobre Murillo dicen que dio 61 pases buenos (de los que nueve fueron en profundidad), perdió 11 balones y recuperó seis. Hizo dos faltas y vio una amarilla, en la primera parte. En las redes sociales aseguró que “no fue la mejor manera de comenzar, pero hay que seguir trabajando”, aunque en el vestuario y el club están satisfechos de cómo actuó el colombiano en su estreno como culé.
