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LALIGA

Córdoba y Extremadura, otros clubes de Segunda en peligro

Su caso preocupa menos que el del Reus, pero pueden ni fichar por el control económico de LaLiga. Apuros: superan el límite salarial, tienen deuda y 'avales' dudosos.

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Córdoba y Extremadura, otros clubes de Segunda en peligro

EI Reus es el gran problema a resolver por LaLiga a corto plazo. El Juez de Disciplina Social, Manuel Rivero, se pronunciará en una semana sobre un caso que, según varios presidentes y directivos consultados, se ha podido escapar desde el inicio de la temporada del control económico a priori. Tras el plazo de alegaciones que expira el próximo 15 de enero, debe decidir si le desciende (lo más probable según los expertos) o le mantiene con más condiciones y con el riesgo de que el TAD o la justicia ordinaria le den la cautelar. Sin embargo, ésta no es la única preocupación: Córdoba y Extremadura (en descenso) también peligran (aunque menos) por las normas de un control que, además, está regateando algún Primera con riesgos de sanciones menores.

El Córdoba tiene una deuda de 4,5 millones de euros, está en causa de disolución, tiene el límite salarial sobrepasado en 1,8 millones (tenía 3,9), no puede fichar, está obligado a vender en invierno (igual Aythami a Las Palmas) y depende de la vuelta de Guardiola (cedido al Getafe por 1,5M€ que no aún ha visto) para intentar venderlo a la Premier. El Extremadura, por su parte, sigue sin inscribir a Casto, que llegó en julio como portero titular y sólo entrena. Sus dirigentes confiaban en saldar sus deudas con el dinero prometido de la Junta y del ayuntamiento y hacerle ficha. Por eso, cedieron a la Ponferradina a su guardameta suplente (Manu). Sin embargo, LaLiga, tras ver esos contratos como aval, no aceptó. Con el límite (5,1) superado se está viendo obligado a tirar del filial.

Estos casos no preocupan tanto a LaLiga como el Reus. La patronal está cerca de los 12 futbolistas profesionales que le quedan (mañana tocaría cobrar diciembre), a los que ha dejado caer en privado que algo pudo fallar en el control a priori: la tendencia en los últimos tres años ya proyectaba malos números. De ahí que en verano le prohibiera fichar.

LaLiga pudo abrir expediente en octubre, cuando llegaron las primeras diligencias por embargos, y no esperar a diciembre, cuando AFE presentó los 12 procedimientos abreviados y Tebas se convenció de que el Reus, del que no es amigo y está en pre-concurso, debía bajar. No obró como con Elche o Murcia por varios motivos: no hay tantas sanciones, ni firmes (como entonces), el expediente se abrió en tiempos diferentes, el pasivo se verifica el 30 de junio (ahora deben muchos clubes) y la deuda del Reus con las administraciones públicas es menor (520.235 euros) y está garantizada por LaLiga.