Los cambios defensivos sí le están dando resultado a Rubi
Pese a que salió mal en Vila-real o Valladolid, el Espanyol ha amarrado seis victorias dando un paso atrás. Sin embargo, los ofensivos nunca mejoran un marcador.
Daba un paso de gigante el Espanyol hacia los cuartos de final de la Copa del Rey, con un ventajoso 0-2 en el electrónico de La Cerámica y, lo que es igual o más importante, una sensación de superioridad abrumadora en el juego ante un Villarreal que tampoco parecía tenerle un enorme aprecio a la competición. Pero en cuatro minutos, del 85’ al 89’, igualaron los ‘groguets’ y todas las miradas se depositaron, una vez más, sobre el pasito atrás que había dado el conjunto de Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’.
En efecto, el técnico había dado entrada primero a Marc Roca en lugar de Esteban Granero y, después, a Víctor Sánchez como relevo de Hernán Pérez. Y achicaba agua un Espanyol que hasta entonces tenía el partido controlado. Una situación que evoca para muchos lo sucedido dos meses atrás en el Nuevo Zorrilla, cuando el propio Víctor y Óscar Duarte ingresaron por Óscar Melendo y Sergio García, respectivamente, y acabó igualando el Valladolid en el minuto 90 (1-1). Incluso se puede asemejar a la primera de las seis derrotas consecutivas, en el Sánchez Pizjuán contra el Sevilla, también con un paso atrás que desembocó en el 2-1 de Ben Yedder en los últimos instantes del encuentro. Sin embargo, la memoria es selectiva porque, más allá de estos tres encuentros, los cambios defensivos le han sentado mejor al Espanyol que los ofensivos.
También dio un paso atrás Rubi ante el Leganés, hace siete días, y aguantó el 1-0, idéntica situación que en la vuelta de los dieciseisavos de Copa contra el Cádiz o anteriormente en LaLiga frente a Athletic, Eibar, Levante y Valencia. Y en todos esos partidos, con Víctor Sánchez como protagonista. Seis victorias que se amarraron.
Por su parte, los cambios deliberadamente ofensivos no variaron a mejor ninguno de los cinco encuentros en que Rubi los introdujo. No sirvieron para empatar contra Atlético (1-0), Cádiz (2-1) y Alavés (2-1), tampoco para ganar al Rayo (2-2) e incluso empeoraron la derrota ante el Girona (1-3). Curiosamente, y salvo en ese duelo último, Rubi tiende a introducir más cambios ofensivos a domicilio.
Quizá la presión tenga que ver con ese pasito atrás. Pero (y todo estaría ligado) lo que es seguro es que guarda relación con la posesión. A la que el Espanyol la pierde, le cuesta horrores defender sin balón. Y llegan disgustos como el del miércoles en Vila-real.
Con los del Villarreal, ya van ocho goles del 75’ al 90’
Los de Toko Ekambi y Carlos Bacca no son, ni de lejos, los primeros goles que recibe el conjunto perico en un tramo final de partido. De hecho, la franja que va del minuto 75 en adelante es la que más ha sufrido el equipo de Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’, con ocho goles recibidos hasta la fecha entre LaLiga (seis) y los dos ahora en la Copa del Rey.
El siguiente tramo crítico es el que va de la reanudación al minuto 60, con seis dianas en contra, seguido de cerca por el que comprende los minutos 31-45: otros cinco tantos recibidos.
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