El central, que llegó al conjunto asturiano en verano, se ha convertido en un futbolista imprescindible para Anquela. Saul Berjón continúa con tendinitis.
Mientras la atención se centra en la evolución de los de Anquela con el cambio de año, en los despachos del Oviedo el trabajo no cesa. El club sigue mirando al medio y largo plazo como demostró el pasado mes de noviembre con la renovación por dos temporadas de Ramón Folch. Ahora se le suma Carlos Hernández, otro de los pilares en los esquemas de Anquela. Futbolista y club han llegado a un acuerdo para que sus caminos se prolonguen hasta el 30 de junio de 2021. El Oviedo se asegura la continuidad de uno de sus valores en la retaguardia.
El zaguero, que acaba contrato al final de la presente campaña, llegó al Oviedo el pasado verano para convertirse de inmediato en uno de los indiscutibles para el entrenador. A sus condiciones defensivas le unió desde el primer día una facilidad innata para hacer daño a balón parado. En su primera campaña con los azules fue uno de los máximos anotadores con 6 dianas. En la presente, en la que ha atravesado algunos problemas con lesiones, ya ha abierto su cuenta anotadora, con el cabezazo ante el Numancia del pasado lunes.
Al margen del capítulo de renovaciones, el trabajo sigue desarrollándose día a día en El Requexón. Por segundo día consecutivo no estuvo con el grupo Saúl Berjón, que sigue arrastrando una tendinitis y es duda para el choque frente al Tenerife. Los que no estarán seguro son los dos integrantes del parte médico: Forlín e Ibrahima. Los dos siguen con sus procesos de recuperación y no se les ha visto por el césped en el inicio de año. Anquela medita darle continuidad al sistema de tres centrales que le ha dejado satisfecho en las dos últimas jornadas, que el Oviedo ha sacado adelante con cuatro puntos sobre seis en juego.
