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RAYO VALLECANO

Rayo-Celta, un partido de reencuentros en Vallecas

Será un choque especial para Fran Beltrán, Jozabed y Felipe Miñambres, que volverán a la que fuera su casa. El director deportivo es quien más tiempo pasó allí: nueve años.

Felipe Miñambres, Jozabed y Fran Beltrán.

El Rayo-Celta de este viernes tiene muchos alicientes. Más allá de lo deportivo, este partido también tendrá una buena dosis de morbo. Se producirán varios reencuentros. Fran Beltrán, Jozabed y Felipe Miñambres regresan a Vallecas, la que fuera su casa en el pasado. El director deportivo es quien más tiempo pasó allí, un total de nueve años; mientras que Jozabed sólo defendió la Franja dos temporadas.

Algunas heridas aún duelen. De ahí que sea una incógnita saber cómo recibirá la grada a Fran Beltrán, después de su marcha el pasado verano a Balaídos. Por entonces, el centrocampista se había convertido en una pieza clave en el ascenso y el buque insignia de la cantera, a la que llegó en 2013. Siempre se había confesado rayista ("Ni Barça ni Madrid, mi deseo es estar aquí", dijo en As el año de su estreno con el primer equipo, 16-17) y había manifestado su deseo de defender la Franja en Primera.

El Rayo trató de renovarle, mejorarle el contrato y subirle la cláusula, consciente de que su talento despertaba el interés de otros equipos, pero "fue imposible", como confesó el mismo Martín Presa. Entonces, el Celta movió ficha. Ante la negativa del Rayo a negociar el traspaso del canterano, con el que contaba, el club vigués pagó la cláusula de rescisión de ocho millones de euros en LaLiga para llevarse al jugador.

A partir de ahí se desató un cruce de acusaciones. "Duelen las formas de cómo se han hecho las cosas. En ningún momento se nos comunicó nada previamente, como suele hacer este club (Celta)", manifestó el presidente franjirrojo en rueda de prensa. Palabras que tuvieron la réplica del director deportivo celeste, Felipe Miñambres: "Nosotros les dijimos que queríamos negociar, estaban avisados de que pagaríamos la cláusula si no aceptaban una negociación. Esto viene de atrás. Y lo más importante es que Fran ha elegido al Celta. Creo que hicimos las cosas correctamente".

El canterano dijo adiós a los rayistas con una carta en redes sociales: "No quería despedirme del club de mi vida sin agradecer a todos sus miembros, compañeros y afición por todo lo que me han dado, les debo mucho de lo que soy. Voy a emprender un reto que no podía rechazar. En mi corazón siempre estaréis presentes, apoyaré al Rayo como un aficionado más. Espero y deseo que algún día nuestros caminos vuelvan a encontrarse". Ahora Fran regresa a Vallecas pletórico tras marcar su primer gol en la máxima categoría al Athletic. "Será un partido especial. Estoy deseando ir allí", afirmó.

También Jozabed vistió la elástica franjirroja durante dos temporadas (14-16). En la primera de ellas pasó más desapercibido y sólo fue titular en 10 de los 23 encuentros en los que participó. Su segundo año fue el de su explosión. Se convirtió en el centrocampista español más goleador de Primera y de las cinco grandes ligas europeas con nueve dianas en veinte duelos. Justo cuando su nombre empezó a sonar para el Sevilla y otros equipos sufrió una lesión en el tobillo izquierdo, una artritis traumática.

El mediapunta volvió en la recta final del curso para tratar de evitar un descenso que terminó produciéndose. El Fulham pagó su cláusula de cuatro millones de euros y el andaluz puso rumbo a Inglaterra, donde apenas estuvo seis meses. Regresó a España cedido al Celta. Actualmente ha pasado de casi no tener minutos con Mohamed a ganarse un sitio en el once de Cardoso. Al menos hasta el encuentro contra el Athletic, donde no participó.

No obstante, el primer roce entre ambos clubes llegó por la marcha de Felipe Miñambres. El director deportivo estuvo nueve años trabajando en el Rayo, donde acuñó la filosofía de fichar a coste cero y tratar de revalorizar jugadores. Pasar por Vallecas se convirtió en un buen escaparate. De ahí que, durante ese período de tiempo, se produjeran las ventas de Leo Baptistao (Atlético, 7M€), Diamé (Wigan, 3M€), Michu (Swansea, 2,5M€) y Coke (Sevilla, 1,8M€), entre otras.

Saltó la noticia en verano de 2016, cuando el leonés anunció que no continuaba y apenas dos días después el Celta oficializaba su fichaje. Algo que levantó ampollas en la directiva rayista, que sacó un comunicado argumentando que Felipe dejaba su puesto "tras romper unilateralmente el contrato que tenía en vigor, por un año más, y pese a la voluntad del club del cumplimiento del mismo". No hubo ningún representante de la entidad ni símbolos rayistas en su despedida (ni trofeos ni cartelería).

"No me voy porque tenga una oferta mejor. Hay equipos interesados en mí, pero esa no es la situación que me hace irme. La persona que manda en el club sabe por qué me voy, con eso me vale. He sido muy feliz aquí, pero llega un momento en que se termina. No me mueve ni el dinero ni la categoría de los clubes", esgrimió Felipe visiblemente emocionado en una rueda de prensa junto a su ayudante Ángel Medina. Le terminó relevando en el cargo Ramón Planes.