Víctor, o cómo cambiar a un equipo en dos partidos
El Real Zaragoza, con personalidad para tener el balón, confianza para remontar y ambición para ir siempre a por el triunfo, encadena por primera vez esta temporada dos victorias.
En ocasiones se da el debate absurdo de si en Segunda se puede jugar bien al fútbol, cuando al fútbol se pude jugar bien siempre, incluso en Regional, porque el camino más corto hacia la victoria es precisamente jugar bien. Y la demostración de ello es el propio Real Zaragoza. Con una elección adecuada de los jugadores y con un estilo que casa perfectamente con esta plantilla, llevando el juego al campo rival, Víctor ya ha sumado un punto más que Lucas Alcaraz en los ocho partidos que estuvo en el banquillo. Y eso no es casualidad, es consecuencia de lo visto en el terreno de juego.
El Zaragoza se ha adueñado de la posesión del balón en estos dos últimos partidos y no ha dejado de buscar la portería: 29 remates frente al Extremadura, 13 contra el Sporting y 42 en total. Y eso tiene dos consecuencias directas. La primera y obvia, que tiene más posibilidades de marcar. La segunda, que el juego se aleja del área propia, la zona del campo que más ha penalizado esta temporada a los aragoneses.