Al Valencia se le dan bien los inicios de año. Es una costumbre, casi una tradición que el conjunto ché arranque con una victoria. Y en el peor de los casos, con un empate. De hecho, lleva 16 años sin perder el primer partido de Liga del nuevo año. Su último revés fue en 2003, ante el Madrid (4-1). Aferrado a estos precedentes, el Valencia espera prolongar en Mendizorroza sus buenos inicios. En esta ocasión, el premio de ganarle al Alavés puede ser importante en la carrera por recortar puntos con la zona europea.
Los últimos 15 precedentes son muy positivos para el Valencia. El conjunto de Mestalla ha encadenado diez victorias y cinco empates en su estreno liguero tras el parón navideño. Muchas veces empezó con un duelo copero con sabor amargo, pero en Liga casi siempre fueron sorbos dulces para inaugurar el año. Y eso que el Valencia ha tenido rivales de entidad, como el Real Madrid en varias ocasiones, el Atlético o el Villarreal. Con todo, el conjunto ché tendrá la oportunidad de estirar mañana una dinámica que arrastra desde la temporada 2002-03. Aquel curso perdió 4-1 ante el Madrid en el Bernabéu. Desde entonces, el turrón, las uvas y el descanso han sentado bien casi por tradición.
En cuanto a Marcelino, al técnico al técnico asturiano también se le da bien empezar el año, ya que no pierde desde 2012, cuando dirigía al Sevilla. La temporada pasada arrancó con una victoria en Mestalla ante el Girona (2-1).