Borussia Dortmund: comprar bien para vender aún mejor
El conjunto alemán lleva años siendo uno de los viveros de grandes jugadores en Europa. El norteamericano Pulisic es el último ejemplo: Llegó gratis y deja más de 60 millones
En el fútbol moderno, está directamente relacionado lo que pasa en el campo con el buen hacer en los despachos. Si el director deportivo acierta en las contrataciones y el entrenador es capaz de sacar el máximo potencial, el éxito está casi asegurado. Monchi fue un ejemplo en Sevilla, el Oporto en Portugal y en Alemania, sin duda, es el Borussia Dortmund.
En el despacho del Dortmund se mueven por una máxima: tratar de comprar barato y vender lo más caro posible. Y para comprar barato, no hay otra que llegar primero y tener buen ojo para el talento potencial. Para vender caro, primero, tiene que brillar el talento y después, dejar que lo haga el mejor escaparate.
A partir de ahí, rumores y luego, traspasos millonarios recuperando, de sobra, lo invertido en el jugador. El Dortmund pule futbolistas de forma artesana y los envía, a cambio de un buen dinero, rumbo a la primera línea de clubes europea en la que, a veces, llega a aparecer cuando es capaz de acumular suficiente calidad que empieza a despuntar al máximo nivel.
Pulisic ha sido el último ejemplo. El Dortmund confió en un desconocido diamante del aún emergente fútbol estadounidense en 2015 y lo incorporó a su cantera. En apenas un año y en edad juvenil, ya estaba en la primera plantilla del club alemán. Fue ganando peso y mejorando con las temporadas hasta este primer gran traspaso. El jugador se quedará hasta final de temporada y entonces pasará al Chelsea dejando en caja más de 60 millones de euros de beneficio.
Ejemplo que recuerda al de Mario Götze, el último diamante de la cantera borussen y exponente de la mejor época reciente del club amarillo en la que alcanzó la final de la Champions que perdió ante el Bayern. El canterano y, por entonces, gran estrella del fútbol alemán se fue al Bayern dejando, antes, 37 millones de euros. Ahora, vive una segunda etapa en Westfalia con solo 26 años y trata de regresar a su mejor nival.
Justo como relevo de esa generación llegaron los Dembélé, Aubameyang, Mkhitaryan... Los dos primeros llegaron por 15 millones y el armenio por 27. Su etapa terminó dejando antes 145, 64 y 42 millones de euros respectivamente. Un negocio con un balance positivo de 193 millones de euros. Es decir, cubrió la inversión total en los tres jugadores, en su momento estrellas del club, con menos de la mitad de lo que cobró por el traspaso de Ousmane Dembélé. Un negocio, como la pelota, redondo.
Con Hummels lograron la cuadratura del círculo, vender lo mismo mucho más caro al que ya lo tenía gratis. El central alemán dejó el Bayern en 2008 en busca de una oportunidad en la élite y se marchó cedido al Dortmund. Después de temporada y media, el club amarillo acudió a Baviera con 4 millones. Un precio justo, pensaría el Bayern, que accedió a venderle por ese montante. Siete años después, compraría al líder de la zaga de la selección alemana por 31 millones de euros más de por los que le vendió.
A pesar de la cantidad de dinero que el Borussia Dortmund ha tenido disponible para invertir en grandes jugadores, nunca se ha convertido en un club despilfarrador. Sus dos compras más caras se han producido estas dos últimas temporadas y no superan los 30 millones de euros. Esta cifra costó el alemán André Schürrle, proveniente del Wolfsburgo y por dos menos salió Abodu Diallo, central francosenegalés de apenas 22 años que llegó desde el Mainz.
En el Westfallen ya se cocinan nuevos talentos como Weigl, el sueco Isak con el que peleó con el Real Madrid o Jadon Sancho, que con apenas 18 años ya tiene un valor de mercado de 70 millones de euros y apunta a ser el próximo gran negocio del Borussia Dortmund.
Lewandowski, un borrón en el expediente
El Dortmund puede presumir de hacer florecer el talento y saber venderlo a buen precio pero, como cualquiera, tiene un borrón en el expediente y ese es Robert Lewandowski.
El delantero de Varsovia fichó en 2010 por el conjunto renano a cambio de 4,75 millones de euros desde el Lech Poznan y le convirtió en uno de los mejores nueves de Europa, dejando partidos para el recuerdo con la camiseta amarilla como la eliminatoria europea en la que anotó un póker al Real Madrid.
Cuando media Europa suspiraba por llevarse al polaco, el Dortmund no fue capaz de rentabilizar su salida y es que el delantero esperó a acabar contrato y llegó libre al Bayern, reforzando así, sin coste alguno, a un rival directo.
