De la excepcionalidad a ser el cotidiano Espanyol
El equipo suma 21 puntos en Navidad, la media desde la 95-96. Es la octava peor posición, lo que refleja la igualdad de LaLiga.
El Espanyol se puso como reto alcanzar los 30 puntos antes de la primera derrota en Sevilla, con un calendario que ya se antojaba pedregoso, con Girona, Getafe, Barcelona, Betis y Atlético. De alcanzar esa cifra de puntos, Rubi habría igualado el prometedor arranque de Miguel Ángel Lotina en la temporada 2004-05, cuando se despidió del año con 30 puntos y en una meritoria quinta plaza, a la postre definitiva a final de curso. De hecho, la temporada del Espanyol era excepcional: solo el conjunto de José Antonio Camacho, en la 1995-96, y el de Ernesto Valverde, en la 07-08, había logrado superar la treintena: 38 y 33 respectivamente.
Pero la racha de seis derrotas seguidas cambió la temporada del Espanyol, que ha pasado de ser formidable a ser cotidiana. La vida sigue igual en Cornellà-El Prat. En 12 de las 24 temporadas en las que las victorias suman tres puntos, el equipo perico no llegó a 21 en Navidad (en algunas temporadas se jugarán menos partidos), por lo que la primera vuelta del los blanquiazules se sitúa en el ecuador de estas campañas analizadas.
Donde si hay una diferencia negativa es en la posición. Solamente hay siete campañas con peor puesto que el actual, un dato que refleja la igualdad de esta Liga con respecto a las anteriores (entre el 16º y el 8º solamente hay tres puntos). De subsanar la mala racha ante el Leganés, el conjunto blanquiazul podría colocarse nuevamente entre los diez primeros, aunque de no lograrlo podría quedar abocado a esa decimosexta posición. Un guion que se asemeja numéricamente al del curso anterior.
Camacho o la temporada inigualable tras 23 años...
Todas las comparaciones son odiosas, pero desde que LaLiga cuenta las victorias con tres puntos todas ellas acaban siempre en la misma temporada, la 1995-96, la primera de este cambio en el reglamento, insuperable si nos ceñimos al Espanyol. El equipo blanquiazul, que venía de ser sexto la temporada anterior, acabó el curso en cuarta posición (lo que hoy en día sería Champions) y al final de año logró acabar segundo, con 38 puntos. Los aficionados sabían de memoria un equipo que apenas sufrió cambios con respecto al curso anterior, una ventaja para José Antonio Camacho, cuya personalidad encajó en aquel Espanyol de sus últimos coletazos en Sarrià. Toni Jiménez, Cristóbal Parralo, Mauricio Pochettino, Sebastián Herrera, Víctor Torres Mestre, Branko Brnovic, Francisco López, Jordi Lardín, Ismael Urzaiz, Moisés Arteaga y Miguel Ángel Benítez.
Es curioso que, muchos de ellos, acabaron con el tiempo ligado al club perico en otras funciones. Toni fue ayudante de Pochettino, que fue técnico cuatro temporadas; Cristóbal fue dos temporadas el secretario técnico; Herrera, entrenador del fútbol base y Jordi Lardín llegó a ser director deportivo y coordinador del fútbol base.
Aquel Espanyol logró al finalizar el campeonato 74 puntos, con 63 goles a favor y 36 en contra. Ganó 20 encuentros y solamente perdió ocho, curiosamente todos los que lleva ya el actual Espanyol. Otros tiempos y otros presupuestos antes de la venta de Sarrià.
Clasificación | PTS | PG | PE | PP |
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