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REAL VALLADOLID

Sergio González: "2018 será un año para recordar"

El entrenador que obró el milagro del ascenso la temporada pasada y que ahora dirige con éxito al equipo en Primera muestra su lado más personal en AS.

ValladolidActualizado a
19/12/18 ENTREVISTA A SERGIO GONZALEZ ENTRENADOR DEL REAL VALLADOLID
MIGUEL ANGEL SANTOSDIARIO AS

¿Se ha acostumbrado ya al frío de Valladolid?

No te queda otra, es verdad que es complicado porque nosotros somos más de clima mediterráneo, más templado, más húmedo también, pero también es verdad que aquí en cuanto te abrigas ya lo cubres. Lo cierto es que estamos contentos con la adaptación, con la ciudad, la familia está muy contenta y es que Valladolid es una ciudad con mucha calidad de vida, todas las cosas cerquita, no tienes caravanas. El frío es destacable, pero en casa no lo hace…

¿Qué echa de menos de Barcelona?

Sinceramente, el resto de la familia. Cuando eres deportista, por lo general, eres nómada. Y es verdad que echas de menos tu grupo de gente, de amigos, tus padres, tus hermanos, esas cosas rutinarias, pero también es verdad que ahora con la tecnología, con el facetime, tenemos un hilo directo, una imagen muy cercana. En una balanza, claramente, son más las cosas a favor de estar aquí.

¿2018 fue un año mágico para usted?

Claramente sí, mágico, además, en todos los aspectos. A nivel personal volví a ser padre, que es algo muy bonito, y a nivel profesional pues me llegó la oportunidad que estaba esperando que llegara, ya estaba con mucha ansiedad, con ganas, y al final tuve la suerte que Miguel Ángel y Carlos apostaran por mí y les estoy muy agradecido. Deportivamente ha sido un año de confirmación como entrenador y con un ascenso que, quieras o no, son palabras mayores. Sin duda, 2018 será un año para recordar siempre.

Cuando uno pasa por aquel periplo suyo de dos años y pico sin entrenar y ahora da el rendimiento que da, ¿se acuerda de los que no confiaron en usted?

No, en fútbol lo que ha pasado tienes que olvidarlo. Eso es lo que te va a hacer crecer, mejorar y vivir todo con la intensidad adecuada. Es verdad que para mí fue difícil, me costó mucho superar ese momento. Fue una situación rara, para mí incomprensible de asimilar, pero por suerte el tiempo lo cura todo. Tienes la familia, que te ayuda mucho, los peques, la mujer, la gente que te quiere te hace entender que hay cosas que no tienen explicación en la vida y esa es una de ellas. Ya está olvidado. Lo único que te alegras es por la gente que tienes alrededor. La foto con mi mujer y los peques, el día del ascenso, con mis padres, con mis hermanos, mis sobrinos, eso es lo realmente bonito y lo que hace vivir.

¿Cómo empezó a jugar Sergio González al fútbol?

Yo empecé jugando al fútbol sala. En mi época se jugaba mucho entre colegios, había una liga, en L´Hospitalet, en el Casal dels Angels, y estuve entre los siete y los 10 años jugando al fútbol sala allí. Fue un paso bonito. Ahora el fútbol siete ha modificado esa estructura. Porque en fútbol sala tienes mucho contacto con la pelota, juegan cuatro y el portero. En mi época jugaban todos al menos una parte. A los 10 años pasé al fútbol 11, en el Mercat Nou, y a partir de ahí fuimos evolucionando. Pasé por el Barça, después L`Hospitalet. Empecé de mediocentro, luego me pusieron de mediapunta en el filial del Espanyol, con Paco Flores, pero de espaldas a la portería me costaba un poquito y de cara lo veía mejor, con lo que volví a retrasar mi posición.

¿Cuándo se dio cuenta de que podía vivir de esto?

Realmente es un paso que te viene sobre la marcha. Yo me iba marcando miniobjetivos. Cuando veía a los futbolistas de L`Hospitalet, que estaba en Segunda B, para mí eran top, y piensas: a ver si algún día llegó ahí. Después vas quemando etapas, juvenil, división de honor y te llega la oportunidad de jugar en Segunda B… Y ya que estás… ¿Por qué no más? La vida te va marcando ese proceso. De pequeñajo nunca pensé que iba a jugar en Primera. Mi padre si me dijo en algún momento que yo iba a ganar dinero con el fútbol, que no sabía cuánto, ni a qué nivel llegaría, pero que tenía claro que iba a ganar dinero. El tiempo le ha dado la razón. Hay que entenderlo. Cuando estoy en el filial del Espanyol consigo debutar con el primer equipo y pertenezco al Espanyol de los 20 a los 24 años, hasta que el Depor paga 2.800 millones de pesetas, el fichaje más caro de su historia.

¿Su padre jugó al fútbol?

En mi casa nadie jugó al fútbol. Mi hermano Alberto juega en el Europa, en Tercera, pero antes que nosotros dos nadie jugó al fútbol.

¿Y a usted le gustaría que su hijo o su hija se dedicaran al fútbol?

Sí, si te digo que no te engañaría, pero creo que ahora es más difícil porque el fútbol de la calle se está perdiendo. Sobrevivías a los que eran mayores que tú, aprendías en todas partes. Deberíamos habilitar sitios donde se pudiera jugar porque eso también es educación y valores. Los de mi generación teníamos ventaja en ese aspecto.

La niña tiene meses, ¿el niño ya juega al balón con usted?

(Se ríe) Está un poco escéptico todavía. No termina de verle la gracia, pero tampoco estoy obsesionado con ello. Me gustaría, pero tampoco voy a obligarle a que juegue a la pelota. Tiene que salir de él porque es la manera en la que realmente lo das todo y aprovechas las oportunidades y las cosas salen bien.

Usted la temporada pasada, tras el ascenso repitió mucho su agradecimiento a Irene, su mujer, por apostar en un momento importante familiar porque usted viniera a Valladolid. ¿Qué significa ahora tenerla aquí junto a los niños?

(Se emociona) Significa mucho. Mucho equilibrio, motivación, me emociono porque al final ella hizo un esfuerzo grande para que consiguiéramos todos esto. Estaba en las últimas semanas de dar a luz. Es importantísima, como digo yo, es mi segundo en la sombra. Contento de haberla conocido y de cómo nos han salido las cosas.

¿Sufre mucho con usted?

Ahora, menos. Ya entiende lo que es el otro fútbol, el más injusto, el menos bonito. Cuando haces las cosas bien y ganas es fácil de entender, pero cuando las cosas no salen o no consigues ganar, es jodido. Recuerdo en mi primer año de míster del filial que habíamos hecho un gran partido, íbamos 1-2 y nos marcan en el descuento el empate. Yo estaba enfadado, pero entendía que es parte del fútbol, pero ella tenía mucho más enfado que yo, casi llorando, me dice que el fútbol es muy injusto. Ahora ya va entendiendo que esto es parte del fútbol. Ahora sigue sufriendo, pero con el tema de los niños como que estos te dan otra perspectiva de todo.

Cuando llega a casa tras un partido, ¿habla?

Yo me llevo el fútbol a casa y hasta que no pasan 24 o 48 horas me cuesta. Intento mejorar en ese aspecto porque es verdad que cuando llegas a casa tu mujer y los peques no tienen la culpa de lo que haya pasado en el campo, pero también somos conscientes de que cuando has perdido ese proceso de luto hay que pasarlo. Los peques siempre te sacan una sonrisa y con Irene igual. Pero estamos en ese punto de mejora, aunque me complementa genial.

Y cuando viene de ganar, más fácil…

Cuando ganamos, la primera a la que llamo es a ella porque quiero que participe de las emociones.

En casa ve mucho fútbol…

(Risas) Digamos que si no hay dibujos para los peques cuando comen, siempre hay un partido de fondo de pantalla… Pero ella me deja, entiende que es parte de mi trabajo. Incluso si hay un partido que nos influya me manda un mensaje, quintas tarjetas, declaraciones que nos afectan…

…vamos, que la ha abducido…

Sí, la hemos metido en la secta (Risas).

¿Cuál es su mejor recuerdo como futbolista?

Es difícil quedarse con uno. Debutar en Primera es mágico, es un sueño de niño, el recuerdo de jugar en la selección española es otro sueño. Recuerdo a mis padres llorando cuando me vieron con la camiseta de la selección. El hecho de ir a un Mundial, aunque seguramente en el momento no te das cuenta, y el hecho de ganar un título… es muy difícil. Cuando ganamos la primera copa del rey con el Espanyol éramos un grupo de gente joven y era nuestra confirmación. La del Depor… habían invertido mucho en mí y era como aquí está una prueba de que no os habéis equivocado, fue el Centenariazo. Todos esos momentos están en mi cabeza y luego hay minimomentos que no los borras… Tú primer gol en Primera, en mi tercer partido y ante el Barça. Miras al vídeomarcador y pone Espanyol, uno, Sergio, Barcelona, uno, Figo. Y flipas.

19/12/18 ENTREVISTA A SERGIO GONZALEZ ENTRENADOR DEL REAL VALLADOLID
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19/12/18 ENTREVISTA A SERGIO GONZALEZ ENTRENADOR DEL REAL VALLADOLIDMIGUEL ANGEL SANTOSDIARIO AS

¿Echa de menos jugar al fútbol?

Sí. El futbolista es un privilegiado y es un lujo. Tienes una vida en la que lo tienes todo. Yo siempre le digo a los futbolistas que mientras jueguen no se metan en un negocio porque cuando eres futbolista lo tienes todo. Tienes que disfrutar de tu profesión porque eres un privilegiado. En la otra vida, la que hay después de que te retiras, ya tendrás tiempo. Mientras seas futbolista vívelo con pasión. Disfrútalo, compártelo, vete a ver partidos. Vive por y para el fútbol.

¿El fútbol se ve diferente como entrenador?

Sinceramente, tenemos mucha más responsabilidad. Cuando eres futbolista la responsabilidad se divide entre los 25, pero cuando eres entrenador la responsabilidad es tuya. Tú eres entrenador, tu equipo ha ganado y tú no puedes descansar. Tienes que pensar en los que han jugado poco, en los que no han jugado…. Es un goteo constante. Estás con tu familia y se te ocurre una idea y paras para desarrollarla, apuntarla… Es un goteo constante, no es un estrés, pero no desconectas. Siempre tienes algo que hacer. No deja de ser apasionante, igual de bonito, pero cuando eres entrenador el foco está más sobre ti.

Se van de vacaciones con 21 puntos, ¿cómo ha visto al equipo?

Si nos dicen que vamos a irnos con 21 puntos en vacaciones, lo habríamos firmado desde principio de temporada. Es verdad que hemos jugado a un nivel mayor de los puntos que tenemos. Creo que el equipo merecería tener tres, cuatro o cinco puntos más. Quitando el partido del Leganés, que es un partido raro por encima de lo futbolístico, quitando la segunda parte del Eibar, creo que hemos sido iguales o mejores que todos nuestros rivales y los resultados no nos han acompañado en la medida justa. Tenemos que estar rabiosos porque hemos jugado para tener muchos más puntos y por pequeños matices, como tener mucho debutante en Primera, estamos pagando ese proceso. Sin esos pequeños errores de concentración tendríamos un premio mucho más acorde a lo que hemos jugado y hemos merecido.

¿Qué le gustaría reforzar en este mercado de invierno?

Nosotros vamos de la mano con el club y el día a día con Miguel Ángel es muy cómodo. La renovación nada más llegar Ronaldo para nosotros fue un golpe de confianza fuerte. Él sabe lo que necesitamos reforzar y vosotros también. Debemos reforzar en la delantera. Estamos intentando encontrar elementos que nos puedan dar más alternativas. Vendrá Stiven Plaza y necesitamos otro porque tanto Miguel Ángel como Ronaldo le han visto muy buenas condiciones, pero es muy joven. Y después estamos abiertos a otras posibilidades barajando las posibles salidas. Al final, para que haya entradas tiene que haber salidas, pero lo cierto es que el puesto que queremos reforzar es la delantera.

El fútbol no tiene mucha memoria. Usted enganchó dos rachas de cinco partidos sin ganar… ¿temió por su puesto?

No, y es un no rotundo. Fíjate que en el momento en el que nos renuevan estamos en descenso y, sin embargo, Ronaldo, Carlos Suárez y Miguel Ángel decidieron renovarnos. En ningún momento hemos tenido ni un ápice de duda. Ellos bajaban igual de sonrientes, apoyando, porque sabían que eran momentos para estar tranquilos.

¿Qué ha supuesto la llegada de Ronaldo al club según su perspectiva?

Ha influido en tres aspectos grandes. A nivel de club, la repercusión mundial es impagable. Las fotos con la camiseta en lugares en los que parece que no iba a aparecer nunca, a nivel de cuerpo técnico ha supuesto un espaldarazo en la confianza de que nos vieron trabajar el año pasado y confiamos en vosotros para este proyecto. Y eso en el fútbol actual es muy difícil. Al final terminará habiendo contratos mensuales o bimensuales. Y a nivel deportivo les ha aportado mucha ilusión, poder conversar con él, tener esa cercanía hace que te ilusiones, te motives… ¿por qué no hablar con él para que me aconseje? La inyección de moral ha sido importante y hace que los futbolistas se esfuercen por estar en el proyecto de Ronaldo. A nivel de fichajes, seguramente, y él lo reconoció, no había tocado las teclas adecuadas, pero estamos tranquilos porque sabemos que tarde o temprano va a tener capacidad para traer futbolistas que nos mejoren.

¿Esas canas que se ven en su barba son síntoma de que el Valladolid le hace sufrir demasiado?

(Risas) No. Estas canas son la edad ya. Es verdad que tú tienes un estrés, una responsabilidad fuerte y si lo tomas con pasión al final te sale por algún lado. A mí a veces me da por comer y lo de las canas pues, a parte de la edad, quiere decir que los disgustos duran un poco más de lo habitual. Luego las alegrías lo compensan.

Mandé un mensaje a los aficionados del Real Valladolid y a los lectores de AS…

Pues les mando un abrazo fuerte, espero que tengamos unas felices fiestas a todos y ojalá que el año que viene tengamos la misma ilusión que este y vayamos de la mano para alcanzar un objetivo tan complicado como es la permanencia.