Lekic: "Ojalá en Cádiz encuentre la regularidad que busco"

Se cortó la racha en La Rosaleda, ¿cómo está el vestuario?

Fue un partido un poco complicado, sabíamos que era difícil sacar algo de ahí, pero fue una pena. Hicimos una buena primera parte, tuvimos la ocasión de Álex que terminó como terminó. Yo creo que era un penalti muy claro, pero deciden los árbitros y hay que aceptarlo como profesionales. Después de siete victorias tenía que llegar alguno que no se ganara. No se puede ganar todo. El equipo está jugando bien, mantiene su nivel y sería importante jugar como hacemos en casa ante el Deportivo.

Decía Cervera que este resultado no trastocaría el ánimo del vestuario.

Después del partido, los jugadores en el vestuario dijimos que había sido muy duro, trabajamos todos, fuimos solidarios y el resultado fue jodido. Cabeza alta como siempre.

¿Cómo se encuentra personalmente?

Empecé con problemas físicamente hablando, pero ahora estoy 100 % disponible para el entrenador. Dos últimos partidos que he jugado he trabajado mucho para el equipo, no llegó el gol, hubo alguna ocasión, pero lo importante es que estoy ahí participando y ayudando al equipo.

Está teniendo que trabajar mucho en este equipo.

El Cádiz no depende de un jugador, depende de los once que están en el campo. Todos juntos, solidarios en ataque y defensa. Para mí es bueno porque me aprieta a trabajar más y rendir al 100 %.

Además, ha metido goles.

Llegó el primer gol con el Espanyol en Copa, que tenía que demostrar por qué estaba aquí, tenía un poco de presión y eso es normal para un delantero. En la liga en un partido loco ante el Elche marqué también y cuando coges el ritmo todo es más fácil. He tenido partidos en los que he participado bien, aunque no haya marcado, pero estoy dentro y estoy feliz.

Cuando llega un jugador nuevo al Cádiz, el vestuario le dice que va a tener que correr mucho. ¿Se lo dijeron también a usted?

(Risas) Me lo dijeron al principio. “Lekic, ya verás aquí cómo se entrena y cómo se juega” me decían. Son entrenamientos muy duros, se trabaja mucho, se corre mucho y al final tenemos el resultado. Es la clave.

Tuvo que abandonar el Reus en verano al no poder ser inscrito y por eso recaló en el Cádiz.

Estaba muy contento en el Reus y quería seguía allí, pero siempre hay un problema. Ya sea económico, no me quiere el entrenador y siempre pasa algo conmigo. Cada año tengo que cambiar de equipo y ciudad, pero yo allí estaba contento. Llegó ese momento con problemas en el club, apareció el Cádiz y ahora puedo estar tranquilo en ese sentido, aunque tenga que trabajar cada día más duro para estar bien aquí.

¿Cómo fue vivir aquella situación?

Fue desagradable. Llegas de un verano muy tranquilo, tienes contrato, empiezas a entrenar, todo bien, al principio de temporada no estás inscrito para jugar. Esperas unas semanas y al final no se solucionó el problema. Fue una semana muy dura para mí, pero llegó el Cádiz con una oferta que no pude rechazar.

¿Está siguiendo todo lo ocurrido con el Reus?

Yo estaba en ese vestuario y sé cómo se sienten esos jugadores que entrenan duro cada día, son profesionales y hacen un sacrificio enorme. Estoy contento por ellos porque se solucionó ese problema de momento. No entiendo cómo en el fútbol profesional, en Segunda División, pueda pasar eso. Parece que han solucionado algún problema, que han cobrado algo de la nómina y me alegro de que sigan jugando.

¿Ha sido el caso del Reus su momento más complicado en España?

Mirando que no pagan, que no me pueden inscribir, que tengo que salir, puede que haya sido mi peor momento de mi etapa en España fuera de lo que es el fútbol.

¿Qué diferencias hay entre el fútbol de España con el de Serbia?

El fútbol, económicamente, es muy flojo en Serbia, muy por debajo del nivel de aquí. La estructura igual. Hay cinco o seis equipos que tienen buen campo, pero el resto es difícil para jugar. Cuando no cobras, no tienes ganas de entrenar y solo piensas en salir. Hay mucho talento, saben jugar al fútbol, pero mentalmente es muy diferente que aquí. Conozco jugadores que han pasado por España, Italia, otras grandes ligas y han cambiado mucho. Talento y trabajo son las claves para un futbolista.

La adaptación al fútbol de aquí sería muy complicada.

Fue muy duro porque es muy diferente. Físicamente estaba muy flojo. Jugué un año en el Estrella Roja, pero era un nivel muy bajo respecto aquí. De repente llego aquí a España y en un rondo me cansé mucho. Fueron momentos duros, pero luego poco a poco cogí el ritmo.

Tanto que le metió dos goles al Barça…

Fue una noche inolvidable. La recuerdo constantemente. En los primeros veinte minutos le metí dos goles al Barça. Ganamos 3-2, disfrutamos mucho y fue un buen año en Osasuna. Me abrió la puerta para quedarme en España.

Tuvo que salir de España, pero rápidamente regresó.

Me fui a Turquía porque Osasuna tenía problemas económicos, no quería salir, pero tuve que irme. Volví a España al año siguiente para jugar en el Sporting, que fue también un espectáculo, año inolvidable. Luego al Eibar en Primera, pero un año complicado, en los primeros seis meses no jugué y era difícil. De allí fui a la India, también una experiencia inolvidable (risas).

¿Para bien o para mal?

Para todo. Fue una experiencia que no había vivido nunca. Vivíamos todos los jugadores en un hotel, era un país con gente muy amable pero una ruina todo. Son situaciones a las que tienes que ir, salir, ver, pero está bien.

Y de nuevo para España.

De la India a Girona, estuve allí seis meses, estábamos peleando por no bajar, ganamos en la segunda vuelta casi todos los partidos y nos quedamos cerca de ascender a Primera. Luego en Mallorca fue un año muy duro, descendimos teniendo una gran plantilla con nombres grandes. No funcionó como grupo y eso cuesta en el campo. Sufrimiento de tres meses buscando equipo. Cuando bajas te miran diferente. Me fichó el Reus y fue un buen año. Metí todos los goles en casa porque como locales fuimos muy superiores. Acabamos como acabamos.

¿Con qué momentos se queda de su estancia en España?

Me quedo con lo positivo y lo negativo, algo que hay que tener en la vida para explicar a los jóvenes tu experiencia. El comienzo de Osasuna me costó mucho, tenía ganas de jugar en Primera, pero fue duro. Un nuevo país, un idioma nuevo, otra gente, sin familia, estaba solo. Fue el peor momento de mi vida. Jugando me quedo con los goles al Barça, la etapa de Sporting, Girona. Ahora estoy disfrutando en Cádiz.

¿Aprendió español aquí o lo traías de Serbia?

Aquí en España. En Serbia sabemos algunas palabras porque hemos visto muchas telenovelas. Españolas no, series sudamericanas. Cada día estamos viendo y escuchando. Kecojevic aprendió así también. Yo sabía algo de inglés, pero aquí no se hablaba nada. No quedaba otra que aprender rápido español y en seis meses ya hablaba bien el idioma.

¿Algún entrenador le ha marcado más personalmente?

Yo con los entrenadores tengo una buena relación, pero quiero que quede en lo profesional. Tuve a Camacho, Mendilíbar, Sandoval, Abelardo, Machín, López Garai, excompañero en el Reus, Fernando Vázquez, etc. Son entrenadores con los que he tenido una buena relación y no quiero dar importancia a ninguno en especial porque son todos iguales para mí. Aquí tengo ahora a Cervera que es un hombre que se ve que sabe lo que hace, sabe mucho de fútbol y puedo aprender mucho de él.

Nunca ha terminado de encontrar la regularidad que le gustaría.

Cuando llegué a Osasuna buscaba regularidad, firmé por cinco años, pero entró el tema económico, querían traer otro delantero y demás. En Sporting quería seguir. Eibar era difícil. Mallorca fue el descenso. Reus ya se sabe. Eran equipos donde quería estar mucho tiempo y no pudo ser. A ver si Cádiz es mi último destino porque estamos muy contentos de estar aquí, mi familia está feliz. Andalucía es un espectáculo, primera vez que estamos contentos en un lugar. Tengo que decir que hay muy buen rollo en el vestuario, los compañeros me han ayudado mucho desde el primer día.

Acaba contrato en Cádiz en 2019, pero tiene opción a una más. ¿Se ve un año más aquí?

Todo depende de mí mismo. Tengo que jugar, un delantero tiene que marcar goles. Si seguimos jugando así, estaremos peleando por el ascenso y no queda otra que quedarme aquí. El sueño es el ascenso. Creo que estamos en una buena posición, tenemos muchos partidos por delante y si podemos jugar como llevamos haciéndolo en las últimas jornadas estaremos en la pelea.

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