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Los olvidados de Mendilibar

Pere Milla y Pablo Hervías son los jugadores que han pasado a no existir apenas para el técnico vizcaíno. Ambos eran jugadores fidelizados.

Pere Milla pelea un balón arriba ante Djené
KIKO HUESCAEFE

Tras un inicio de temporada irregular, en el que José Luis Mendilibar experimentó con numerosos onces hasta dar con el definitivo titular, parece que están claros los descartes que el técnico de Zaldibar tiene en la cabeza para lo que resta de curso: Pere Milla y Pablo Hervías.

Los dos llegaron a Ipurua con la ilusión de un debutante en Primera División, y a pesar de una pretemporada aceptable, e un inicio de temporada ilusionante, ninguno ha terminado de cuajar. Milla disputó su ultimo encuentro en Liga como armero el 25 de septiembre ante el Espanyol, y en el caso de Hervías, jugó ante el Sevilla una semana después. Él tampoco lo ha vuelto a hacer. Pero sin lugar a dudas, la última aparición de ambos en Copa ante el Sporting (donde fueron sustituidos en el descanso) es el indicativo de que Mendilibar no tiene intención de contar con ellos a menos que sea estrictamente necesario.

El futuro de ambos podría tomar diversos caminos. Sin embargo, con un mercado invernal por delante que puede servir para reforzar al equipo, en Eibar saben que para que alguien llegue, otro se tiene que marchar. Como ya publicaba este diario hace unos días, Hervías tendría más que programada su vuelta a Valladolid, donde la pasada campaña cuajó una temporada más que buena. Distinto es el de Pere Milla, que aún no tendría opciones reales de salir, y que podría quedarse para tratar de robar una posición en un extremo que actualmente ocupan Orellana, Cucurella o De Blasis, y que en breve contará con la presencia de Pedro León.

Los fidelizados aún no están maduros

El esfuerzo de la dirección deportiva de apostar por jugadores jóvenes y de futuro parece que no da los frutos esperados. Desde hace varios años han existido los llamados “jugadores fidelizados”. Futbolistas cedidos a los que se le prometió en su momento que si rendían bien, tendrían un hueco en la plantilla del primer equipo. Este es el caso de Milla y Hervías. Ambos brillaron en la categoría de plata, pero parece que todavía, no tienen el punto para jugar en la mejor liga del mundo.

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