El fin de una impecable racha cadista
En La Rosaleda acabó la impresionante racha que el Cádiz había encadenado de siete victorias consecutivas. Nueva marca histórica para el currículum de Álvaro Cervera.
A partir de mañana, el Cádiz volverá a trabajar con la mente puesta en la complicada visita del Deportivo de La Coruña a Carranza. Esta semana, sin duda alguna, será diferente. Ni peor ni mejor, distinta. En La Rosaleda se rompió una racha de siete victorias consecutivas en LaLiga 1|2|3 que puso el escudo cadista entre los mejores de las cinco grandes ligas europeas mientras que la afición se ilusionaba. El Málaga devolvió al cadismo a la realidad, aunque fuera con muchas dosis de polémica.
Esta racha deja muchas conclusiones sobre la mesa. La importancia de los extremos y la calidad de Manu Vallejo jugando por dentro es la principal. Aunque Salvi no estuvo en el Anxo Carro el 27 de octubre sí se vio al mejor Jairo y al mejor chiclanero, los tres fueron partícipes del 5-1 al Elche una semana después. Jairo, Vallejo y Salvi se consolidaron en el ataque y los resultados llegaron. Por no hablar de la incorporación de Dejan Lekic, que marcó las diferencias. En la parte de arriba, prácticamente todos los jugadores han sabido y podido hacer lo que el estilo de juego pedía para crear ocasiones y hacer goles.
Se consolidó un once titular y se consagró la mejor versión de Sergio Sánchez. Por ello el conjunto de Álvaro Cervera tan solo ha encajado cuatro goles en esa racha de siete victorias, anotando por el contrario un total de 18 goles a favor. Han sido siete partidos en los que se ha mostrado un gran nivel colectivo, tanto de filosofía de juego como de forma física. No es la primera vez que ocurre esto en el Cádiz, ya que es la tercera temporada consecutiva en la que se consigue en estas fechas. Es otra de las conclusiones de esta racha, que noviembre es un punto de inflexión para el equipo gaditano, bien por adaptación a la competición o por estado de forma.
No es ninguna novedad que los extremos son claves para el equipo amarillo. El peso que Jairo y Salvi tienen en el equipo no se puede discutir, pues la velocidad por las bandas es la característica que marca las diferencias y han hecho posibles, en buena parte, la racha y consecuente dinámica. No estuvieron ninguno de los dos ante el Rayo Majadahonda y aunque el Cádiz ganó, le costó. Salvi no se recuperó para La Rosaleda y también se notó. Por si fuera poco, Sergio Sánchez se lesionó. Como acumulación de motivos, la racha de victorias se rompió ante un equipo llamado al ascenso.
Atrás queda por tanto una serie de siete victorias consecutivas. 21 puntos de 21 posibles. No obstante, no parece que esta derrota vaya a afectar a un vestuario que cree más que nunca en la filosofía de su entrenador, tal y como han demostrado en los últimos meses. El propio Álvaro Cervera, en rueda de prensa tras el choque ante el Málaga, aseguraba que el resultado no iba a trastocar los ánimos. Mientras el Cádiz sea reconocible y no pierda la identidad, tanto el cuerpo técnico como el vestuario mantendrán la calma.
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