Antonio Rodríguez, Rodri, revive este domingo su pasado. Su Extremadura recibe al Nàstic, equipo que dirigió la temporada pasada durante 20 encuentros. Se confió en el tras la destitución de Lluís Carreras en la jornada y en la 24 corrió la misma fortuna. No se tuvo paciencia con él, pero es que en Tarragona son una trituradora de técnicos. La campaña pasada hubo cuatro entrenadores distintos.
Rodri no le guarda rencor al Nàstic, pero al Consejo de Administración le faltó paciencia. Llegó al club de la mano de David Comamala y Emilio Viqueira y Josep Maria Andreu apostaron por él para hacerse cargo del primer equipo. Su balance no fue malo, logró 27 puntos de 54, pero dos derrotas seguidas, ante Reus en el Nou Estadi (1-2) y Sporting de Gijón (2-0) precipitaron su cese y se apostó por Nano Rivas. El equipo no estaba en zona de descenso, tenía un punto de margen, pero la decisión fue fulminante. Rodri no tiene malas palabras hacia el Nàstic porque le dieron la oportunidad de entrenar en Segunda y ahora trata de afianzarse en el Extremadura. Lleva cuatro jornadas y aún no ha perdido tras cosechar dos victorias y dos empates. Sacó al equipo del descenso y el domingo recibe a un conjunto grana colista y que necesita ganar para meterse en la pelea por la permanencia. Se vivirá un encuentro de emociones.