Leganés: una década del ‘infierno’ la noche que vuelve al ‘paraíso’
Hoy se cumplen diez años del día que el Leganés, al borde del colapso, protestó de rodillas por los impagos. Efeméride justo la noche en la que vuelve a Vigo, donde debutó en Primera.
Al infierno no se entra de pie. Se entra de rodillas. El Leganés lo hizo así, hincando durante 60 segundos la articulación en un césped, el de Butarque, que aquel 14 de diciembre de 2008 parecía lava. O arenas movedizas. O ambas a la vez. El club se hundía y ardía por las deudas que amenazaban con mandar al traste a la entidad. Es por eso que, frente al Atlético de Madrid B, en partido de Liga, sus futbolistas protestaron de forma visible. Simbólica. Durante el primer minuto no jugaron: se reivindicaron.
De rodillas, sí, clavando una de las piernas en tierra, “cómo los guerreros antes de las batallas”, les propuso David Gordo, su entrenador. Hoy se cumple una década de aquello justo el mismo día que el Leganés juega en Vigo (21:00) contra el Celta, en el estadio en el que los blanquiazules debutaron en Primera en agosto de 2016. Paradojas del calendario. El Lega jugará hoy en un réquiem por aquel infierno no tan lejano antes de retornar al paraíso del presente.
Triunfo histórico en Vigo
Un paraíso. Eso es la Primera División para este club visto con la perspectiva del tiempo y de aquellos días de 2008. Así se sintieron también Garitano y sus muchachos cuando salieron a jugar la primera vez en la élite contra un Celta que, decían las previsiones, iba a comerse al debutante. Fue al revés.
Víctor Díaz marcó de cabeza y dio un histórico triunfo a un conjunto aún hecho de retales y por ensamblar. Ejemplo: Diego Rico, lateral ofensivo ahora en el Bournemouth de la Premier (salió este verano por 15 millones), llevaba apenas dos días en el Lega y debutó esa tarde de lunes… ¡¡como central zurdo!!
Sólo han pasado dos años y unos meses del debut. Apenas queda ya nadie. En la plantilla, sólo tres futbolistas resisten con respecto a la convocatoria que hizo ganar al Lega su primer partido “entre los mejores” (Garitanismo dixit). Rubén Pérez, Serantes y Bustinza se mantienen, aunque sólo el último ha entrado en la lista de convocados para esta noche.
El fin del infierno
Pero volvamos al pasado. Al de hace diez años. A aquella escena de once hombres más hundidos que aquella rodilla que clavaron en el césped. Apenas tenían para sobrevivir. Literal. Reclamaban su salario. Nada más. Los impagos acumulaban ya cuatro meses. Percibieron sólo el primer mes, el de julio. “Desde agosto, ni un euro”, recuerda Carlos Martínez, uno de los integrantes de aquel equipo, ahora preparador físico del San Sebastián de los Reyes.
“Descartamos la huelga. Así que se nos ocurrió arrodillarnos en un partido”, explica Raúl Moreno, portero entonces del Leganés. “Gordo nos dijo de hacerlo con sólo una rodilla, como los guerreros. ¡Nos encantó! Y lo pusimos en práctica contra el Atlético B”, añade.
La idea tuvo éxito. También eco mediático apoyado por el triunfo (2-1) ante un filial que contaba con Koke, De Gea o Domínguez, entre otros. También era rojiblanco Rubén Pérez, ahora en el Lega, pero sin convocar el día de la protesta.
Apenas unos días después, el 24 de diciembre, los actuales dueños del Leganés, la familia Moreno, compró el club y saldó 48 horas más tarde, el 26 de diciembre, las deudas que había una plantilla que acabó jugando el play-off de ascenso. El resto es historia conocida. Una historia de Primera.
