Toda una vida. O casi. El Madrid volverá a jugar en Huesca después de 20.713 días, o lo que es lo mismo 56 años, 8 meses y 10 días. La única vez que lo hizo fue el 25 de marzo de 1963,un amistoso que paralizó a toda la capital oscense. Incluso el entonces entrenador de los locales, Martín Vences, jugó unos minutos en la segunda parte. El encuentro se disputó un lunes, apenas unas horas después de que el Madrid, que ya se había proclamado campeón de la Liga 1962-63, cayese derrotado por la mínima ante el Zaragoza. El cuadro local se reforzó con Marcelino, García y el peruano Delgado (los tres del Zaragoza). Por los blancos viajaron Domínguez (amateur), Roberto (internacional juvenil), Arrana y Gallastegui (del Plus Ultra) y Paquito y Luna que militaban en el Rayo.
El Huesca, por aquel entonces, militaba en Tercera División, pero en aquella temporada llegaría a disputar la fase de ascenso a Segunda División, siendo eliminados por el Arenas de Getxo. Sin embargo, no todo salió bien. El presidente, Juan Torre, recibió fuertes críticas por la organización del encuentro y acabó presentando su dimisión en la asamblea de socios de ese año.
El partido, en sí, fue una fiesta. El campo, San Jorge (El Alcoraz no se inauguraría hasta nueve años después) presentó un lleno sin parangón. No todos los días se presentaba el pentacampeón europeo a jugar un encuentro amistoso. La expectación fue tal, que hubo aficionados que se subieron a los árboles adyacentes al estadio para no perderse el partido. Acudió hasta el No-Do para inmortalizarlo. Ganaron los blancos, con un gol de Miera y otro de Tejada. Simonsson, el que debía heredar el '9' de Di Stéfano, falló un penalti. Hoy, 20.713 días después, Huesca volverá a revivir aquel día de 1963.
