De RCD Espanyol a Rastar Sports
La entidad que suscribe el informe de gestión y las cuentas anuales ha cambiado de nombre. Naldo y Héctor Moreno, entre las curiosidades de la Memoria del Espanyol.
En la Memoria anual que el Espanyol presentó en la Junta de Accionistas aparecen algunas curiosidades. En este caso, tienen que ver sobre todo con dos futbolistas, pero también llama poderosamente la atención un detalle burocrático.
Tanto en el informe de gestión como en la diligencia de firmas de las cuentas anuales (el papel que firman el presidente y los consejeros conforme avalan el balance del ejercicio), la entidad que lo suscribe no es ya Real Club Deportivo Espanyol HK sino Rastar Sports HK. Ése no es el nombre del club, que obviamente se sigue llamando RCD Espanyol de Barcelona, sino del ‘holding’ que lo controla directamente, con sede en Hong Kong y que a su vez responde a Rastar Group, afincado en Shantou (China).
En cuanto a las singularidades que conciernen a jugadores, la primera tiene como protagonista a Naldo Gomes, ya que los 2,5 millones por los que lo firmó el Espanyol no se adeudan solo al Krasnodar (su club de origen, y que sí recibirá 2,3 millones), sino que se reparten entre hasta cinco equipos brasileños: Uniao Agricola Barbarense, Associaçao Atlética Ponte Preta, Esporte Clube Uniao Suzano, Uniao Sao Joao Esporte Clube y Clube Atletico Lemense.
También se adeudan 1,75 millones al Atlético de Madrid por Leo Baptistao y los ocho por Sergi Darder al Olympique de Lyon. Pero desaparecen de la lista de los clubes deportivos acreedores nombres de jugadores presentes el ejercico anterior, como Adrián Luna, Diego Reyes, Álvaro Vázquez, José Manuel Jurado, Pablo Piatti y Javi Fuego.
Asimismo, y con fecha de 2014, aparece por primera vez en una Memoria del club cómo el TMS de la FIFA (organismo dedicado a las transferencias) actuó de oficio sobre posibles vulneraciones en el fichaje de Héctor Moreno al AZ Alkmaar (que se produjo en 2011), concretamente en la adquisición de sus derechos federativos, en un caso pendiente de resolución.
La parte positiva en este capítulo es que desaparecen litigios históricos que el Espanyol mantenía con la UTE constructora del estadio y también con antiguos empleados.