"De aquí se sale callando la boca y considerándonos muy malos"

Lejos del ascenso directo y puestos de promoción el defensa de Las Palmas estima que “no hay que rechistar y sí trabajar".

Actualizado a 3 de diciembre de 2018 12:59 CET

Carlos Diaz-Recio

El defensor andaluz Juan Cala, siempre claro a la hora de hablar, admite tras el empate a cero con el Real Oviedo en el estadio de Gran Canaria que “tenemos que darle a esto una vuelta de tuerca” porque “sino va a ser muy difícil salir de esta dinámica".

“De aquí se sale trabajando, callándonos la boca, siendo humildes y considerándonos muy malos hasta demostrar lo contrario”, añadió. Cree que tienen que “agachar la cabeza, abrir las orejas a lo que el míster ordene” por lo que “tenemos que escucharle porque tiene muchos años de experiencia en la categoría y no hay que rechistar y sí trabajar" puesto que “ya está bien de tantos empates y debemos coger el toro por los cuernos”.

No niega que “en el entorno tiene que haber ansiedad, nerviosismo y de todo”, pero “no me vale; hay una plantilla y un vestuario que ha superado muchas situaciones así y para eso está el currículum de cada uno; es un tema de jugadores”. Lo que considera es que “tenemos que revertir la situación”, pero “sin volvernos locos”, puesto que “no llevamos diez derrotas consecutivas”,

Estima que deben ser “lo suficientemente humildes para aceptar que no estamos siendo lo que debemos ser; todo pasa por eso” ya que “nos están faltando muchas cosas futbolísticas” al tener “dificultades para jugar entre líneas”. Cree que un resultado positivo “lo cambiaría todo”, pero para que ello se produzca “tenemos que ser un poco más verticales”. Opina que “estamos pecando de indolencia en tres cuartos, sin terminar jugadas; no puede ser que el Oviedo se vaya con 3 disparos recibidos en 90 minutos. No estamos ganando y si queremos estar arriba tenemos que hacerlo cuanto antes”.

Con esta mala racha “a la afición no se le puede pedir nada” por lo que el vestuario “debe estar preparado para superar críticas y silbidos; es normal que la grada muestre su descontento y es un toque de atención porque aquí hay mucho en juego”. A los seguidores “les agradecemos que venga al estadio”, pero “queda mucho y tenemos que arrancar de una vez para que la gente se ilusione” y “somos nosotros los encargados de dársela”.