Óscar Rodríguez, sorpresa inesperada en un Leganés lanzado
El mediapunta cedido por el Real Madrid es pieza básica en el nuevo engranaje de Pellegrino. En Butarque no esperan un rol tan protagonista. Ante el Valladolid fue asistente y goleador.
Ronaldo Nazario da Lima quizá no se dio cuenta. Quizá fue solo un capricho del destino. Una casualidad. Pero el caso es que lo hizo. Terminada la goleada del Leganés a su Valladolid, el brasileño subió una imagen del duelo a su perfil de Instagram con el resultado del partido (2-4) en la que aparecía Óscar Rodríguez, el mediapunta del Leganés que desquició al mito en el palco del José Zorrilla. El de Los Navalmorales se salió. Un gol, una asistencia y un recital de fútbol regado de sudor compusieron el menú de este canterano del Real Madrid en Pucela. El postre fue cosa de Ronaldo con su guiño en redes sociales, ése que, quien sabe, quizá sea profético. Una leyenda del madridismo señalando el futuro que está por venir para colonizar un Bernabeu en el que Valdebebas está otra vez de moda.
Y todo de forma imprevista. No, no estaba planeado que la cesión de Óscar al sur de la capital fuera tan fructífera. No al menos tan temprano. No con tanta fuerza como ha emergido este muchacho tímido en su verbo, pero pícaro en la mirada. En su fútbol.
Si será así, que el Real Madrid incluyó (como hizo con Lunin) una cláusula mínima de partidos (la cifra no se ha hecho oficial, pero ronda la docena de apariciones) para animar a Pellegrino a que lo usara. No ha hecho falta. Al Flaco lo ha convencido él. Óscar.
Debut profético
Desde que debutó de titular con los blanquiazules (sexta jornada contra el Barça) no hay quien lo mueva del once. Ésa noche Óscar tuvo un estreno típico de las estrellas que emergen para quedarse. Jugó un partidazo coronado con gol, el que dio el triunfo al Leganés frente al eterno enemigo del club al que pertenece. La cuadratura del círculo. Un sueño hecho realidad...desde una posición que no es la suya.
Porque, debido a las bajas, Pellegrino decidió improvisarlo como falso interior zurdo. Por ahí se cuela con frecuencia en diagonales que, explica su entrenador, sirven para entrar por dentro, una tarea en la que, destaca el entrenador, es uno de los mejores, quizá el mejor, de la plantilla.
En esta ubicación insólita (lo suyo es más ser mediapunta o mediocentro) se ha consolidado en el once (acumula ya siete titularidades consecutivas), algo que también admite el Flaco no estaba en sus planes o los del club. Ahí, como su compañero Rodri Tarín, Óscar también ha sido protagonista inesperado por delante de jugadores con más poso en la élite como Nabil El Zhar, Diego Rolan o Sabin Merino.
Habitual del balón parado
Rendimiento sobresaliente que ha demostrado que Óscar es algo más que un ejecutor solvente del balón parado, virtud por la que destacó cuando fue la estrella del Juvenil de Guti que lo ganó todo hace un par de años y que no ha dejado de ejecutar en Butarque. Ya es el tercer jugador de Primera que más faltas directas ha lanzado (siete) y el segundo que más veces ha tirado entre palos con esta fórmula (tres), aunque, por ahora, sin suerte.
Asunto diferente son los córners. Ahí sí encuentra fortuna. De sus botas nació el que cabeceó Siovas para poner el 0-1 en Zorrilla. En otro saque de esquina metió él mismo el 0-2 en un ejercicio de fe infinita para taladrar la meta rival. Asistente y rematador. Ése es Óscar. Una sorpresa inesperada. Un guiño del destino bautizado por Ronaldo. Aunque quizá Nazario no se diera cuenta...o sí.
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