1x1 del Celta: Jozabed se animó en el enésimo recital de Aspas
El mediocentro se reivindicó aportando criterio con el balón, mientras que el '10' firmó un doblete. Su segundo gol quizás sea el mejor de su carrera.
Rubén Blanco: Poco exigido por el Huesca en su debut en esta Liga. Ninguna de las tres paradas que realizó fue de gran dificultad. Tuvo más trabajo con los pies en la salida de balón. Empezó jugando en corto y desde el minuto 30 golpeó más en largo.
Hugo Mallo: Determinante en ataque. Sirvió el primer gol en bandeja a Iago Aspas tras una gran combinación con Brais Méndez y en la segunda parte explotó la autopista que se encontró por la banda derecha. Partido cómodo en defensa para el capitán.
Araujo: Se caracteriza por pasar desapercibido. Eso es bueno en defensa, porque no comete errores de bulto, pero el central de un equipo que quiere salir jugando se supone que debería arriesgar más en la construcción del juego. Siempre opta por darle el balón al que tiene más cerca.
David Costas: Encuentro complicado para el canterano, a quien el público escogió como cabeza de turco por la mala primera media hora del equipo. A diferencia de Araujo, asume riesgos con el balón y se expone a cometer errores. Cuajó una actuación solvente en defensa.
Juncà: Es un lateral que genera peligro en ataque y en defensa. Se desentendió de Rivera en el remate de cabeza con todo a favor que el centrocampista del Huesca desaprovechó para abrir el marcador. Sus lagunas atrás contrastan con la profundidad que le da al equipo con sus subidas.
Okay: Despliegue. Taponó muchos huecos y aún tuvo gasolina para incorporarse al ataque en los contragolpes del Celta durante el segundo tiempo. Le cuesta combinar rápido.
Jozabed: Se reivindicó después de su desacertado partido del pasado lunes en San Sebastián. Aportó criterio en la circulación y se fue soltando con el paso de los minutos. Una pérdida cerca del área del Celta en la segunda parte fue uno de sus pocos manchones. Con la entrada de Beltrán se metió entre los centrales para iniciar el juego.
Brais Méndez: Su calidad generó el 1-0, con una exquisitez técnica que habilitó a Hugo Mallo. Estuvo menos participativo que en los últimos partidos de Mohamed. Perdonó el 2-0 en una mano a mano que remató muy centrado.
Boufal: Desequilibrante en ataque y pasota en defensa. Fue el primer céltico que resquebrajó la zaga oscense, siempre jugándosela con regates. Aspas lo abroncó por su individualismo y Cardoso lo retiró a la hora de juega porque no estaba bajando con Miramón.
Aspas: El Celta lleva casi una década viviendo de su talento. Tardó 25 minutos en aparecer porque no le llegaban balones debido a la obcecación de Cardoso de salir jugando desde atrás. A partir de ahí destrozó al Huesca. Su segundo tanto es uno de los mejores que se recuerdan en la historia de Balaídos.
Maxi Gómez: No le salió casi nada. En los contragolpes de la segunda parte o cayó en fuera de juego, o escogió la peor opción. Aunque no esté inspirado, siempre se vacía a favor del equipo.
Hjulsager (entró por Boufal): Le metió una velocidad más a la banda derecha. Es el único extremo del Celta que se implica en defensa y en esta ocasión taponó las subidas de Miramón. Sigue creciendo.
Beltrán (entró por Brais): Saltó al terreno de juego un minuto antes del 2-0 y se encontró un partido visto para sentencia. Dio equilibrio
Emre Mor (entró por Aspas): En su única intervención dilapidó un contragolpe muy claro por un mal pase a Hjulsager. De titular en el primer partido de Cardoso ha pasado a entrar en el minuto 88.
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