Diego Martínez: "Hemos logrado que la afición esté orgullosa"
El entrenador del Granada habló para As antes de medirse al Málaga en el derbi andaluz. El técnico regresó a la ciudad nazarí, donde estudió, para armar un proyecto ilusionante
Pasado el primer tercio de la temporada, ¿qué balance hace hasta ahora?
Lo más importante es que lo que nos planteamos antes de empezar, que era conseguir ser un equipo competitivo, con una identidad de juego reconocible, más allá de los resultados, y que los aficionados se sientan orgullosos, creo que lo hemos conseguido. Y el botín de puntos, 28 a estas alturas, es muy bueno.
Llega el derbi contra el Málaga, ¿cómo ve el partido?
En un escenario magnífico, de Primera, y ante un equipo que me parece muy fuerte, tanto por lo colectivo como en las individualidades. Es un equipo con aroma a Primera. Tienen un gran entrenador, Muñiz, al que admiro y que una vez más ha vuelto a armar un equipo competitivo y muy difícil de superar.
¿Cómo se gana en La Rosaleda?
Siete victorias como local y un gol en contra. Sus números son apabullantes. Creo que eso lo dice todo. Es un gran equipo, un rival muy fuerte, con una idea de juego muy consolidada. Nosotros tenemos un proyecto nuevo y estas experiencias que estamos teniendo son un estímulo extraordinario. Ante esa dificultad de jugar en La Rosaleda también esta nuestra ilusión y reto de mostrarnos como el equipo que somos. Sabemos que tenemos que tener una muy buena versión nuestra. Para ganar hay que cometer pocos errores, ser eficaces, vivir el partido con una concentración máxima y ese viento a favor que hace falta para ganar.
Esa pizca de suerte...
Esos detalles, que en los últimos partidos nos han sido esquivos. Hay que buscar la suerte, hay que trabajarla, insistir y persistir, pero en esta categoría tan igualada cualquier detalle es determinante.
Usted entrenó a Diego González en el Sevilla Atlético, que el sábado será su rival.
Es un chico al que le tengo mucho cariño. Compartimos dos años, disfruté mucho de su fútbol y de su arte, porque tiene mucho. Es de esos jugadores que tuvimos en el filial. Aquí tengo a Pozo, a Fede y a Martínez. Son jugadores que, más allá de lo futbolístico, se están abriendo un camino. Son extraordinarias personas. Me alegro que le vaya bien, pero el sábado que ganemos.
No llega el Granada en su mejor momento tras tres partidos sin ganar...
En esos tres partidos tuvimos mejores sensaciones que puntos. El equipo tiene identidad de juego y siempre es competitivo. Evidentemente, cuando no ganas, no estás contento, porque algo hay que matizar para llegar a la victoria. Sabíamos que iba a llegar, todos pasan por ella. Son partidos que nos han ayudado a desarrollarnos y crecer como equipo.
Son 42 jornadas, una auténtica maratón...
Sobre todo por donde partimos. Repetimos mucho que es una maratón. Además, 42 jornadas y 42 kilómetros, coincide. A estas alturas estar con estos puntos lo hubiéramos firmado todos. Nuestra realidad es muy distinta a otros. Hemos pasado un verano duro, hemos tenido que hacer encaje de bolillos e incluso prescindir de jugadores que queríamos, tuvimos que apretarnos el cinturón a nivel económico y apostar por un sistema de cesiones para configurar el mejor equipo posible y, a partir de ahí, sacarnos el máximo jugo siendo un equipo en mayúsculas.
En una Segunda de kilates.
Hay muy buenos equipos y muy buenos jugadores, es la realidad. Y siempre hay alguna sorpresa. Todos los equipos tienen buenos jugadores. Fíjese el Cádiz hace dos meses y ahora... Hay mucha igualdad y todo es posible. Hay una competitividad muy alta. El fútbol que se ve en Segunda estos últimos años es de nivel. No hay que pensar más allá, sabemos que nosotros, a nuestro mejor nivel, a un partido podemos competir contra cualquiera. Cuando no estemos en nuestro máximo nivel, tendremos muchos problemas. Aun estando al mejor nivel, a veces no ganas porque hay una igualdad tremenda. Para el espectador es bonito.
A nivel personal, ¿cómo se encuentra en Granada?
Granada es especial. Viví aquí durante siete años, he entrenado en muchos campos de barro. He pasado desde abajo hasta poder entrenar al equipo más representativo de la ciudad en Segunda. Esto para mí es un reto muy bonito y emocionante. Granada a mí me ha hecho feliz. Llevaba tiempo fuera, pero me siento como en casa. Me da la sensación de que el tiempo no ha pasado.
Prácticamente toda su carrera como entrenador la ha hecho en Andalucía, a pesar de que usted es de Vigo.
Mi proyecto como entrenador es en Andalucía. Dejé de jugar en Tercera en Granada e hice aquí mi carrera. Mi carrera como entrenador ha sido aquí, me he formado y he crecido como entrenador pasando por todas las categorías y diferentes roles. Me siento un andaluz de adopción, mi mujer también es de aquí.
Su debut fue con el Arenas de Armilla.
Con 25 años debuté en Tercera, era el entrenador más joven de todos los grupos. Todavía era estudiante. Después fui al Motril y de ahí a Sevilla. Mi segundo actual y el de porteros eran jugadores de aquel equipo.
¿Por qué dejó el fútbol por los banquillos?
Se juntan varias cosas. El balón me hacía poco caso, no iba a pasar de Tercera o Segunda B, había estado en las inferiores del Celta, pero veía que mi techo estaba ahí. Ser entrenador era lo que me llamaba. Tuve la suerte de que con 20 años me puse a entrenar y estaba en un sitio, en Albote, donde me dieron la oportunidad de equivocarme. Esa época fue de un aprendizaje muy importante.
Después llegó la llamada de Monchi y al Sevilla.
Fue una época magnífica. Que te llame Monchi era un sueño. El primer año entré como responsable de un área nueva. Monchi ha sido una persona clave en mi carrera y siempre ha confiado en mí muchísimo. Fui al Sevilla C División de Honor con la primera Copa de Campeones de la historia del Sevilla. Estuve dos años en el primer equipo con Míchel y Emery como entrenador asistente y el club ganó la UEFA. Después al filial, que conseguimos el ascenso y la permanencia.
¿Qué tal con Osasuna?
Fue una experiencia muy buena y enriquecidora. Nos quedamos a un punto del playoff, que era el objetivo.
¿Cómo se fraguó su fichaje?
Fue muy rápido. Se publicó que no seguía en Pamplona y a la hora me estaba llamando el Granada. Fue un cúmulo de emociones.
¿Cuál es el objetivo?
Consolidarnos como equipo y para eso hacen falta diferentes tipos de experiencias, un equipo con buenos valores, reconocible, buena mentalidad... Que el equipo transmita y emocione y la afición se sienta orgullosa de nosotros más allá del resultado. En los últimos kilómetros de esta maratón nos dirá donde estaremos.
La afición se está volcando con el equipo.
Solo les puedo dar las gracias. No es cuántos vengan, sino que hemos sentido su cariño cuando más lo hemos necesitado. Están con nosotros y nos dan mucha fuerza. Siempre identificados y con buena conexión con el equipo. Me dicen los veteranos que hacía mucho que eso no sucedía. Queremos recuperar esa conexión con nuestra afición.