El reto de Luis Suárez es llegar al derbi ante el Espanyol

El delantero decidió empezar el tratamiento de células madre en su rodilla derecha este lunes porque le aseguraron que de esta forma estará a punto ante el Espanyol.

Actualizado a 28 de noviembre de 2018 01:00 CET

Luis Suárez empezó este lunes un tratamiento biológico a base de células madre para recuperar el maltrecho cartílago que lleva ya tiempo dándole problemas en su rodilla derecha. Un tratamiento, por cierto, que no es nuevo: el pasado mes de octubre no viajó a Uruguay con la selección, quedándose en Barcelona para someterse a una serie de infiltraciones de factores de crecimiento a base de plasma saturado de plaquetas y células madre. Un tratamiento que dio claramente sus frutos porque al regreso de competición apareció el Luis Suárez más goleador de la temporada.

En esta ocasión ha sido el jugador quien ha consensuado con los técnicos y los servicios médicos el día de inicio del tratamiento. Muchos se preguntarán por qué no esperó hasta después del partido ante el PSV Eindhoven para someterse a esta terapia de choque. El motivo es muy sencillo: si hubiera empezado este jueves no solo se perdía el derbi ante el Espanyol sino que llegaba muy justo al encuentro ante el Tottenham de la última jornada de la Champions.

Así pues, ante el escenario que se le presentaba, Luis Suárez optó por empezar ya este lunes las infiltraciones con el objetivo de recuperar el cartílago de su rodilla derecha. Una situación que como ya hemos comentado no es nueva para el jugador: la única diferencia es que en esta ocasión el club informó públicamente de la terapia con células madre y en la anterior del mes de octubre no lo hizo.

Desde el club apuntan que la situación de Luis Suárez no es ni mucho menos tan preocupante como la de Samuel Umtiti. El defensa francés está prácticamente condenado a pasar este verano por el quirófano para someterse a una artroscopia con el fin de solucionar sus molestias crónicas en la rodilla izquierda. En el caso de Suárez parece que aún no se ha perdido a día de hoy la esperanza de recuperar el cartílago, por lo que se considera la situación reversible.