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EIBAR 3 - REAL MADRID 0

1x1 del Madrid: sólo Benzema se salva en un desastre colectivo

El francés lo intentó todo, pero nadie le acompañó; Courtois evitó una herida mayor. Bale y Asensio, decepcionantes. Ceballos naufragó como mediocentro.

Madrid
Benzema y Bale.
Benzema y Bale.EFE

El Madrid cayó con estrépito ante el Eibar en Ipurua por 3-0, en una actuación desastrosa de prácticamente todo el equipo. Sólo se salvó Benzema, que anduvo fino arriba, pero casi nunca estuvo bien acompañado. Sus colegas de ataque, Bale y Asensio, decepcionaron claramente. Courtois, sin ser el salvador, sí evitó una herida más profunda.

Courtois: salvó al Madrid en la primera gran ocasión del partido, tras un voleón de Kike García que el belga despejó con la yema de un dedo, desviando suficientemente el tiro para que acabase en el poste. En el gol de Escalante volvió a frenar a Kike García, despejando su primer remate, pero no pudo evitar que en el rechace el balón acabase dentro. En el segundo tiempo se le volvió a ver como con Bélgica: poco pudo hacer en los goles de Enrich y Kike García, pero tampoco fue el salvador que se espera de un portero del Madrid. Al menos sí evitó el 4-0 dos veces, tras disparos de Orellana y Charles.

Odriozola: poco del lateral donostiarra, que sufrió mucho en el primer tiempo con Cucurella, que entró sin parar por su costado y por ahí vino el 1-0 de Escalante; no contó con demasiada ayuda de Modric y Bale en ese sentido. En ataque le perjudicó lo estrecho de Ipurua y el buen trabajo defensivo del Eibar; tampoco le ayudó lo escaso que estuvo el Madrid con balón. Al inicio del segundo tiempo, el desastre: regaló el 2-0, perdiendo de modo absurdo un balón ante Cucurella, y se lesionó, dejando el sitio a Carvajal.

Varane: no está fino, generó ciertas dudas en varias acciones con balón y sin él sufrió para contener a Cucurella y a Kike García. En el segundo tiempo tanto él como Ramos quedaron retratados, sobre todo en el 3-0; el francés fue incapaz de cerrar a Kike García, que remató solo para marcar.

Ramos: como Varane, está mal y se le nota. El día después de que saliesen las noticias sobre sus irregularidades en dos procesos antidopaje, según Football Leaks, no contuvo bien a Kike García en el 3’ para que éste lanzase un voleón directo al poste, tras despeje de Courtois. Luego, como últimamente, se permitió algún lujo con balón que a punto estuvo de costar caro. En el 3-0 de Kike García, pudo cortar el pase desde la banda, pero Enrich le ganó la partida y prolongó para que marcase Kike.

Marcelo: más profundo que Odriozola y buscando aparecer, aunque sin suerte. En defensa no pasó excesivos apuros en el primer tiempo, pues el Eibar se volcó por la derecha de la defensa blanca, sobre todo buscando a Cucurella. Con el 3-0, se volcó completamente en busca de lo imposible y dejó espacios atrás que el Eibar, sobre todo a través de Orellana, pudo aprovechar para hacer más profunda la herida. Pero, en un día horrible de todos, fue de lo más competente en el Madrid.

Ceballos: no es el puesto de Casemiro el ideal para él, pues sufre en los conceptos tácticos que el brasileño tiene tan bien adquiridos y tampoco es capaz de ese despliegue físicos; su fútbol es otro, pero Solari descartó a Llorente y parece que, en ausencia del ‘5’ titular, ese sitio es suyo. La mala suerte se cebó con él en el 1-0 de Escalante: primero perdió el balón en la frontal del área del Eibar con un disparo bloqueado y luego no le acertó bien al balón a la hora de despejarlo casi en línea de gol; rebotó en Escalante y entró. Con 3-0, Orellana le dribló con un caño para casi anotar el cuarto.

Kroos: el Madrid no tuvo el balón en el primer tiempo y se debió, en gran medida, a que el alemán no estuvo fino a la hora de darle velocidad a la circulación blanca. Para colmo, de un pase suyo muy comprometido hacia Odriozola en la frontal del área salió la acción del 2-0, tras fallo clamoroso del lateral donostiarra.

Modric: otro del medio que no dio consistencia al juego blanco; no está fino físicamente y se lo nota al tratar de desbordar y de cambiar de ritmo, no hace daño como solía. Además, no ayudó apenas a Odriozola en el primer tiempo para contener a Cucurella por el costado derecho; el extremo del Eibar hizo lo que quiso, entre otras cosas dar el pase que acabaría en el 1-0 de Escalante. En el segundo tiempo, más de lo mismo: desfondado en defensa, sin peso en ataque. Solari también se dio cuenta y le relevó en el 63’ para que entrase Isco.

Bale: el galés es un jugador de espacios y el Eibar, con su presión alta, se los concedió varias veces, pero el Madrid no fue capaz de encontrarle y él tampoco se buscó los desmarques como debería. Lo hizo en el inicio una vez y acabó marcando un golazo de volea desde fuera del área, pero el árbitro anuló correctamente el tanto. Luego probó de falta, tratando de engañar a Riesgo por su palo; el portero le pilló las intenciones y despejó. Recibió varias faltas muy contundentes y al borde del descanso se le vio desesperado: recibió una amarilla por protestar, Modric tuvo que calmarle para que no viese la segunda. El descalabro blanco en el inicio del segundo tiempo requería de su mejor versión para intentar la remontada imposible, pero apenas dejó algún remate malo de cabeza y contras mal finalizadas.

Benzema: el más atinado del Madrid, rozó el gol con 0-0 en una buena acción dentro del área; le faltó rematar con más contundencia y Cote salvó el tanto. Luego dio buena salida jugando de espaldas, pero estuvo demasiado solo cuando controló, con el Madrid muy lejos de la frontal. Tras el 3-0, fue el único del Madrid que inquietó, tanto volcado en banda como insertándose entre los centrales; rozó el gol de la honra para los blancos. Lo peor, la enorme tendencia que tiene a caer en fuera de juego, a veces groseramente.

Asensio: tras un parón lleno de declaraciones del balear, en las que osciló sobre sí mismo teorizando sobre tirar o no del carro blanco, le llegó la oportunidad de demostrar que sí puede echarse el equipo a la espalda. Y falló: su partido fue muy pobre, sin apenas aparecer junto a Marcelo por la izquierda (el costado que menos le gusta) y poco fino en los momentos que pudo brillar, fallando controles y no atinando en los centros. Por momento se colocó como falso nueve, pero tampoco hizo daño ahí. Preocupante lo suyo, el proyecto de futuro gira, supuestamente, en torno a él. Dejó el sitio a Vinicius en el 74’.

Carvajal: relevó a Odriozola, lesionado, en el 53’. Cucurella también le hizo el lío a él en el 3-0: su centro acabó, Enrich mediante, en las botas de Kike García. En ataque aportó poco, pero tampoco se le podía pedir gran cosa: llevaba sin jugar desde primeros de octubre.

Isco: entró en el 63’ por Modric. No cambió la tónica del partido, aunque el papelón que se encontró delante era complicado, con el Madrid cuesta abajo y con los brazos prácticamente bajados.

Vinicius: entró en el 74’ por Asensio. Poco del brasileño, apenas un fuera de juego por medio metro en una acción en la que se iba solo hacia la portería.­