Cannavaro: también se cerró su caso tras no informar de forma correcta en un control antidopaje
El defensa había solicitado el uso de un fármaco, pero en su petición faltaba un documento. A Sánchez Lorenzo se le detectó dexametasona en la orina, pero se archivó al ser un tratamiento contra la ciática.
No es la primera vez que un caso de presunto dopaje salpica a un jugador de élite en el fútbol mundial. Ya pasó en el año 2009 con Fabio Cannavaro en su etapa en la Juventus. Las circunstancias, prácticamente idénticas a las de Sergio Ramos. Su positivo se cerró de la misma manera: el CONI (Comité Olímpico Italiano) lo archivó.
En aquel entonces, Cannavaro se sometió a un tratamiento de cortisona para paliar una reacción alérgica tras la picadura de una avispa. El jugador había solicitado el uso del fármaco, pero en su petición faltaba un documento y es, por ello, por lo que acabó dando positivo en el control antidopaje. Es decir, lo mismo que sucedió con Ramos.
Para resolver el asunto, el CEFT (Comité para la Exención con Fines Terapéuticos) pidió que se facilitara la documentación que justificara el consumo del medicamento. Finalmente, el CONI consideró que existían evidencias de que Cannavaro se había sometido al tratamiento debido a una emergencia y decidió archivar el caso.
Cannavaro, ante la acusación, se manifestó públicamente: "La cosa que más me molesta es que, por segunda vez y con demasiada facilidad, mi nombre ha sido asociado al dopaje. El deporte es también respeto a las normas".
El italiano, enfadado, explicó que era lo que había sucedido exactamente: "Tengo la conciencia muy limpia. A uno le pica una avispa y se ve en un periódico con que se dopa. Cuando lo vi me parecía estar soñando. Algunos medios lo han exagerado".
Sánchez Lorenzo, jugador del Racing en 1992, dio positivo por la misma sustancia
Sánchez Lorenzo fue el tercer caso de dopaje en el fútbol español. Al igual que a Ramos, al futbolista del Racing de Santander se le detectó dexametasona en la orina. Ni jugador ni club decidieron ejercer el derecho al contranálisis, por lo que el caso pasó al Comité de Competición. Finalmente, se archivó al demostrarse que se inyectó el corticoide porque se puso demostrar que era un tratamiento contra la ciática.