Quedan cuatro años para el primer Mundial en otoño de la historia: Qatar 2022

Arrancará tal día como hoy y durará hasta el 18-D. Se jugará en ocho estadios. Hoy habrá 26 grados de máxima en Doha, por los 50 del verano.

Actualizado a 21 de noviembre de 2018 08:42 CET

Estadio Al Wakrah, con capacidad para 40.000 espectadores.

Tal día de otoño como el de hoy, pero dentro de cuatro años, arrancará en Qatar el Mundial más innovador, moderno y diferente de la historia. Será el primero en jugarse en plena temporada europea de clubes, fuera del habitual periodo entre junio y julio, y además llevará a Oriente Medio el torneo más importante del planeta. Durará hasta el 18 de diciembre.

Las Ligas y los clubes aprobaron en su día jugarlo en plena temporada por las condiciones extremas de Qatar en verano. Las temperaturas entonces rebasan los 50 grados, por los 26 de máxima de hoy. El conflicto está ahora en cómo acoplar antes y después el calendario futbolístico de 2022 por el escalón que supondrá el Mundial en mitad del mismo.

Otro asunto que aún genera debate es si el Mundial tendrá 32 equipos, como los últimos, o se ampliará a 48, una idea de Infantino que en principio se pondrá en marcha en 2026. Por si acaso, el Comité Organizador trabaja en la posibilidad de la ampliación, aunque de manera remota. Así, Qatar 2022 se jugará en ocho estadios, la mayoría de nueva construcción y con diseños espectaculares.

El primero en estrenarse ha sido el Khalifa, el histórico estadio de Doha que ha sufrido una profunda remodelación. Los otros recintos, incluido el Lusail Stadium, que albergará el primer partido y la final, están programados para ser inaugurados en 2020. Un asunto que hará particular al Mundial de Qatar es que todas las sedes están en un radio de 35 kilómetros. Al tratarse del país más pequeño en organizar nunca el torneo, será posible ver más de un partido al día y permitirá que los equipos y aficionados puedan alojarse en un mismo hotel y no tener que cambiar durante todo el torneo. Esta es una gran comodidad.

Los estadios serán de última generación y están diseñados por algunos de los estudios más famosos del mundo, entre ellos el español Fenwick-Iribarren. Suyo es el Ras Abu Aboud, el primer campo desmontable que acogerá un Mundial. En total, se cifra el presupuesto global en unos 5.700 millones de euros.

Qatar espera que más de 1,5 millones de aficionados lleguen durante la cita mundialista y ha tendido la mano a sus vecinos de región (Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Egipto y Bahréin), con los que mantiene un conflicto político por el bloqueo al que le han sometido recientemente. Para 2022 esperan que todo se haya solucionado y sólo se hable de fútbol. Fútbol mundialista en pleno noviembre.