Anquela, examen en el derbi
El calendario dice que en el momento de más debilidad del Oviedo toque preparar el derbi, el choque más esperado por la afición en la temporada.
El 4-0 de Riazor deja tocado el proyecto azul de esta temporada. Pero la competición siempre ofrece otra oportunidad: así sucede en una Liga como la Segunda que parece eterna. El calendario dice que en el momento de más debilidad del Oviedo toque preparar el derbi, el choque más esperado por la afición en la temporada. Anquela se agarra al duelo de máxima rivalidad para ganar enteros entre seguidores y en el propio club. Un mal resultado ante el Sporting podría afectar a su futuro.
En Riazor, en un partido en el que el Oviedo jugó bien por momento pero acabó cayendo ante la pegada deportivista, algunos aficionado expresaron su malestar desde la grada contra entrenador y futbolistas. El club prefiere mantener la calma, no piensa en un relevo en el banquillo. Al menos hasta el derbi. El choque ante el Sporting puede suponer un punto de inflexión en una temporada marcada por la irregularidad. Las esperanzas puestas en el notable inicio de curso se han ido perdiendo con una trayectoria errática que mantiene a los azules lejos de los puestos de play-off, el objetivo marcado al comienzo de campaña. El vestuario mantiene su discurso de apoyo al entrenador, cierra filas y se centra en el choque ante el Sporting como salida más directa de la crisis. Nadie esconde que el actual es el peor momento del Oviedo en la temporada pero la solución se ve clara si se logra derrotar al eterno rival.
Para lograr la victoria con efectos terapéuticos en el derbi, Anquela está pendiente de Saúl Berjón, el que marca diferencias en el ataque azul. El extremo se perdió el choque de A Coruña y acelera los plazos en su recuperación con el objetivo de que esté listo para el sábado, cuando el Carlos Tartiere dictaminará qué equipo asturiano manda por ahora en el Principado.
