Un defensor a ultranza de las esencias del Athletic
Urrutia protege a capa y espada la peculiar filosofía del Athletic. Para salvaguardarla, no ha negociado ninguna salida de sus mejores activos y ha respaldado siempre a sus entrenadores.
Josu Urrutia fue un centrocampista que ligaba calidad técnica con laboriosidad, que llevaba la manija del equipo y al que le gustaba rematar desde la frontal del área. Un tipo serio y disciplinado en el campo, sin ninguna arista o acto fuera del tiesto, con predicamento entre sus compañeros. Nunca cambió de equipo, aunque dispuso de ofertas para hacerlo, y colgó las botas en San Mamés, flanqueado en su carrera como león con los Alkiza, Larrainzar, Garitano, Etxeberria y Mendiguren. El día 27 de diciembre se desliga de Ibaigane. Le reconforta cómo ha sacado todas las asambleas de compromisarios por goleada.
El Urrutia presidente defendió a capa y espada la peculiar filosofía del Athletic, y en cualquier foro. De hecho, para salvaguardarla, no ha negociado ninguna salida de sus mejores jugadores, y nadie salía salvo que abonara la cláusula íntegra. Una medida necesaria por la singularidad de las esencias de la entidad. Los casos de Fernando Amorebieta, al que se le retiró la oferta, o la marcha de Llorente, por el que dio un portazo a la Juventus, fueron sonados. La renovación de Remiro está candente ahora. El portero está en la grada, pero el actual presidente, en sintonía con Berizzo, se mantiene firme: “No me quedan buenas sensaciones, a cualquiera que sea aficionado del Athletic no le puede sentar bien, ya hemos tenido alguna parecida de este tipo”, lanzó.
La fuga al Chelsea de Arrizabalaga dolió y mucho, por la inversión que se hizo desde alevines, dos cesiones y una ficha de empaque casi al límite de las posibilidades de un club que ahora deja una especie de red de seguridad o hucha para posibles ejercicios deficitarios. Resta la patata caliente de Muniain, con el que el tira y afloja es evidente. Urrutia se mostró ayer como siempre, calmado, defendiendo las esencias por encima de todo. De hecho mantiene a los entrenadores casi de manera ilimitada, con proyectos largos o medios como con Bielsa, Valverde o ahora Berizzo. Se instauró el premio al One Club Man, precisamente por alguien que podría atesorarlo.
A su favor, no dar privilegios a ningún medio y no deslizar filtraciones interesadas. Quizás le haya faltado cintura en altas instancias, donde entre pasillos, contactos y reuniones se pactan las estrategias en la jungla del fútbol. Con su homólogo más cercano, Jokin Aperribay, siempre ha habido frialdad por entrar en la misma cuota de mercado. Con Osasuna las relaciones son nulas porque los rojillos quisieron poner pie en pared de manera injustificada tras los asuntos de Berenguer y Areso.
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