La alargada sombra de Butarque cobija al Leganés del vendaval
Ocho de sus nueve puntos han sido en casa, la mayoría remontando. Sólo ante el Rayo el Lega marcó primero. Rubén: "A veces, hasta que no nos dan una hostia, no reaccionamos".


Butarque no es un estadio. Es un refugio. Un fortín, que diría el tópico. Aunque de diminutivo no tenga nada. Al menos para el Leganés, que entre sus paredes se ha protegido del vendaval en el que se ha transformado este arranque de temporada al sur de la capital. Los de Pellegrino han sumado en su casa 8 de los 9 puntos que ha logrado en LaLiga hasta la fecha. Algunos, contra titanes mundiales. Casos de Barça (2-1) o Atlético (1-1). Pues eso, de fortín nada: fortón.
Da igual que el enemigo se venga arriba. Es lo habitual. De los seis partidos que el Leganés ha jugado de local en competición oficial, en cinco de ellos el visitante marcó primero. Sólo en uno, ante el Rayo, marcaron inicialmente los blanquiazules.
Pero que los contrarios golpeen primero, no achica a los de Pellegrino, que lograron reaccionar en cuatro de esos cinco partidos con el viento en contra. Sólo el Villarreal venció tras marcar antes que el Lega. Real Sociedad, Atlético de Madrid y Rayo (éste en Copa) salieron de Butarque con un empate. El Barça, perdió.
Este dato habla bien de la capacidad reactiva del grupo, pero mal de sus inicios. “Sí que es verdad, en ciertos partidos, hasta que no nos dan la hostia, no somos capaces de reaccionar, pero ante el Atlético el equipo ha hecho un buen partido a nivel defensivo. No hemos concedido. El gol ha llegado en jugada puntual, en una falta. En general el partido ha sido muy igualado”, analizó el sábado un Rubén Pérez satisfecho por esa efectividad local del Lega.
Fe y afición en Butarque
El ingrediente secreto de esta receta del éxito en Butarque se esconde en una nebulosa de factores a cuál más importante. Dos son los más destacados. Uno, la psicología. Dice Pellegrino que hay algo de mentalidad en eso de que el Lega, en su casa, sea volcánico y lejos de ella, atérmico.
“¿Qué nos motivamos más ante grandes? No creo… Creo que es más un problema de dentro o fuera de casa. Es más de esa mentalidad para ir fuera. Para hacer algo más”, reflexionó el sábado en sala de prensa cuando le cuestionaron por incipiente fama de matagigantes.
En esa mentalidad reforzada también influye el afecto del público. “En Butarque se crea una armonía muy buena entre público y jugadores”, argumentó Tarín tras el 1-1 contra el Atlético. “Es verdad que fuera de casa nos está costando un poco más, pero la semana pasada, contra el Levante, con balón hicimos buen partido”, añadió luego Rubén Pérez, capitán intocable en la medular blanquiazul.
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“[En el Ciutat de Valencia] el Levante tiró dos veces a puerta y nos hizo dos goles. Tenemos que olvidarnos de eso, quedarnos con las cosas buenas y tratar de conseguir los tres puntos en Girona”, añadió el astigitano en referencia a su siguiente duelo frente a los catalanes en Montilivi.
Una nueva ocasión para deshacer esa pesadilla que persigue al Lega en Liga desde que, el 15 de octubre de 2017, lograra su último triunfo allende Butarque. Fue ante el Málaga, 0-2. Desde entonces, más de un año, no sabe lo que es vencer cuando no juega ante su público.



