La RFEF espera atajar la violencia "con educación"
"Hay que reconocer que hay violencia en el fútbol, aunque no es la misma que hace veinte años", observa el responsable de seguridad de la Federación Española de Fútbol.
A raíz de este incidente, Raúl conoció a los jugadores del Espanyol y habló con ellos sobre lo que pueden suponer este tipo de acciones. "Entiendo que estás a 200 pulsaciones y no te das cuenta de lo que haces, pero igual que son profesionales para unas cosas lo deben ser para controlar sus impulsos. Les dije que se tienen que dar cuenta de que hay muchos niños que los ven y les copian sus actitudes", ha reflexionado Sánchez.
Raúl Sánchez está inmerso ahora en un proyecto junto a Guillermo Cruz, productor del documental '26 de abril: play again'. "Al principio pensé que no podía contar la historia de un amigo. Empezamos a hacer una lluvia de ideas con el fin de rodar el Camino de Santiago, pero su recuperación no fue la que esperábamos. Entonces, al hacer la solicitud para acceder a la universidad y verse frenado por el accidente, pensamos en contar la historia dentro de un documental para concienciar a la gente", explicó Cruz.
José Luis Jiménez, sargento de la Policía Municipal de Madrid, habló en su discurso sobre las conductas de los "grupos" en los estadios de fútbol y recintos deportivos: "Hay violencia previsible que se puede atajar con técnicas de control de grupos organizados y también sabiendo cómo actuar dentro de las masas. Estas conductas se producen amparadas en el anonimato. Muchas veces conductas que en la vía pública serían reprimidas parece que en un campo de fútbol son bien recibidas y todo es carnaval", ha manifestado Jiménez, que habló sobre los planes del consistorio para intentar erradicar este tipo de actitudes.
Ana Sánchez, coordinadora del equipo Dragones de Lavapiés y representante de la ONG, y la jugadora Fhatima Shanaz Zulficar, hablaron de cómo "utilizan el fútbol como herramienta de inclusión social en el sector educativo y recreativo". Tanto Sánchez como Shanaz pertenecen a un club que consta de 150 niños de más de 35 nacionalidades que cuando van a jugar a otros campos "no son bien recibidos" y sufren "comentarios inapropiados".