Igualdad en un duelo de alternativas
El Oviedo perdonó en la primera parte y el Mallorca pudo matar en la última jugada.
Oviedo y Mallorca resolvieron con un empate (1-1) su debate sobre quién es el más cercano perseguidor del play-off. Las ocasiones fueron azules, la efectividad bermellona. Los de Vicente Moreno, superados en diversos tramos del partido, supieron sufrir en los malos momentos y esperar por su ocasión. Incluso pudo llevarse la victoria en el último minuto. El empate responde a una cuestión de acierto.
Anquela introdujo un tres nombres nuevos en su once (Champagne, Carlos Hernández e Ibra) y otro par de variaciones en la posición (Bárcenas como carrilero y Joselu escorado a la derecha) y, de primeras, logró que el equipo azul diera un paso adelante. Que fuera más decidido. Había advertido Vicente Moreno en la previa que los azules podían jugar de diferentes maneras y el inicio fue un buen ejemplo.
No tardaron las ocasiones en llegar. Al minuto, Bárcenas definió arriba un magnífico servicio de Berjón. A los 8, sí encontró premio el Oviedo. Tejera chutó desviado pero Ibra corrió el rumbo metiendo la cabeza y llevando el balón a la red. Sorprendente, y estético, desenlace. El 1-0 no cambió los planes. El Oviedo, agresivo y directo; el Mallorca, aturdido. La posesión no logró calmar a los de Vicente Moreno. Tejera pudo hacer el segundo en un remate en el área y Folch también gozó de su ocasión en un disparo desde la frontal. La más clara, sin embargo, fue de Carlos Hernández. Solo en el área pequeña, a su cabezazo le faltaron centímetros de precisión.
El Mallorca, al que aún se le esperaba en el partido, se presentó a los 52 minutos. Lo hizo para marcar: mejor tarde que nunca. Aradai se cocinó la jugada en la derecha y Lago Junior llegó a la cita en el área pequeña para, junto a Carlos Hernández, empujar a la red. El 1-1 anunciaba un nuevo partido. Uno en el que el Mallorca rozó el segundo. Lo hizo con dos acercamientos claros, los dos a balón parado, pero ni Pedraza ni Xisco Campos acertaron con la meta de Champagne.
Respondió el Oviedo con un estilo más directo. Los de Anquela buscaron la meta bermellona, ante un rival algo conformista. En la recta final, Ibra pidió penalti en una acción individual y Folch cabeceó un córner cerca del poste. La última, con el Oviedo volcado, fue visitante. Aridai encaró a Champagne y el argentino le ganó por decisión en el mano a mano. Nada sirvió para resolver un empate que les mantiene acechando la zona de play-off.
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