Berizzo mantiene la moral de la tropa pese a los malos resultados
La plantilla sigue creyendo en su idea para salir de la crisis; ayer demostró cómo maneja todos los resortes en Lezama con un detalle con 50 niños que asistían al entrenamiento


EI espíritu Berizzo aún empapa el vestuario del Athletic. A nivel deportivo el equipo sigue sin encontrar el rumbo, pero la plantilla sigue a muerte con el técnico. Y eso que ha dado un bandazo con su idea original del juego tocado y la presión alta. Ahora ha explorado el juego con trivote, más físico y menos estético. Beñat resaltó hace dos días que el Athletic “se ha merecido algún punto más” y que el respaldo al entrenador por parte de la caseta es “total, incluso más; cada día está más convencido, cuando hay que poner el cuchillo entre los dientes también puede”. Un Beñat que era titular en la zona ancha antes de caer enfermo y se declara estar “muy a gusto”. Va tan fielmente con los postulados del Toto que sostiene que no hay un giro en la propuesta: “No es otro fútbol, es una plantilla muy amplia, todos podemos jugar con intensidad y físico y jugar bien a fútbol”. Herrerín fue por el mismo sentido: “No veo al equipo nervioso, el míster sabe lo que tiene y lo que quiere para cada partido. No percibo esa ansiedad, sí ganas de ganar y llegará”. Mikel Rico completó que cada entrenador tiene un estilo y ahora defienden este libreto.
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Con darse una vuelta ayer por Lezama se percibe que de momento el técnico de Cruz Alta domina cada palmo de terreno de la factoría. Mantuvo a la plantilla durante una hora y diez minutos en el interior, con turno para el vídeo y el gimnasio, y para endulzar la espera de la afición, bajo el frío y la niebla, repitió una idea que ya había desarrollado en alguna otra ocasión: reclamó a los 50 niños que había en la grada para que fueran a hacer un cordón a los jugadores al salir al campo. “Vamos miniMuniain acelere”, bromeaba con el hijo de su futbolista número 10. “Pongan fuerte la mano, mándenmelos con energía”, alentó a los chavales en el pasillo cuando se disponían a chocar sus palmas con los jugadores. Aduriz, de nuevo, fue el más aclamado.
Luego entró en los rondos, con todo tipo de bromas y piques. Durante un poco más de una hora ensayó defensa y remates de centros de córner y frontales. Primero alineó en defensa a los once titulares ante el Valencia, más Williams y Unai López, síntoma de que va a hacer pocos cambios.



