Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

LA INTRAHISTORIA

Sangalli tiene un espejo en el que mirarse para volver a jugar

Adrián Crowley, jugador del Bidasoa-Irun de balonmano que se recupera de un ictus, explica cómo fue su proceso de recuperación, y da esperanzas al futbolista.

San Sebastián
Adrián Crowley posa para un medio gráfico.
CD Bidasoa

Se puede volver a hacer ejercicio físico de alto nivel tras sufrir un ictus. La afirmación suena contundente, pero está bien recordarla y confirmarla con hechos. Y en Gipuzkoa, en los últimos meses, se ha podido comprobar con otro deportista que están en la máxima categoría de su deporte. Se trata de Adrián Crowley, jugador de balonmano del Bidasoa-Irun que juega en la Liga Asobal. Sufrió un ictus en septiembre y dos meses después está haciendo ejercicio físico en el gimnasio y en la pista, recuperando la forma, a la espera de terminar de entrar con el grupo y poder volver a las canchas de juego.

¿Cómo se encuentra ahora tras sufrir ese problema, Adrián?

Bien, la verdad que bien. Ya he empezado entrenar un poco con mis compañeros, hago ejercicio físico y gimnasio, y estoy contento.

¿Qué pensó cuando se enteró de lo de Sangalli?

Pues me sorprendió, la verdad. Pensé en la triste coincidencia de que un chico joven como yo, de la zona, porque juega en la Real, le pasara algo parecido. Me empezó a escribir la gente preocupados. Y pensé mucho en el pobre chaval, en el sitio al que le tienen que llevar, haciéndole las mismas pruebas que a mí, en una sala sólo.

¿Cómo fue su caso? ¿Qué le ocurrió?

Pues nada, yo me levanté por la mañana un día de partido, el primero de la temporada y veía un poco de una zona de la vista, veía un poco borroso. Pensé que había sido una bajada de tensión y no le di mucha importancia. Pasó el día y no se me pasaba y llegue al partido por la tarde, y le comenté al médico. Me dijo que podía ser algo de las cervicales y salí de titular. Jugué el partido, me sentía bien físicamente, pero había un punto como muerto por el que no veía bien, así que pedí el cambio. Al final del partido me fui al hospital y me detectaron que había sufrido un ictus en una zona del cerebro.

¿Así que jugó un partido con ictus?

(Sonríe) Sí, sí. Jugué un partido con un ictus.

¿Y cuando se lo dicen en el hospital se viene abajo?

No se, yo tenía mucha hambre, porque había jugado el partido y no había cenado, era muy tarde, casi las doce de la medianoche. Esperaba los resultados y tenía la idea de ir a casa a descansar. Y de repente te ves en una ambulancia camino del hospital y te asustas un poco, claro. Pero yo no me asusté mucho porque me encontraba bien, sólo con la vista borrosa por una parte.

¿Y cómo el protocolo al llegar a la unidad de ictus?

Pues muy bien, es todo muy rápido, estás en una habitación sólo con una persona que te puede acompañar, te hace las pruebas de movilidad y hablar, te monitorizan y te quedas durmiendo, y luego ya ven la evolución al día siguiente, y siguen con las pruebas complementarias.

¿Y cuántas pruebas médicas le hicieron?

Buff, no se, ni me acuerdo, si te digo la verdad. Siete u ocho, algo así.

¿Y a casa le mandaron a los dos días como a Sangalli?

Yo estuve una semana con las pruebas ingresado. Y luego ya seguí con reposo en casa, y volví más adelante para hacer un tratamiento para llevar un tratamiento puesto durante dos semanas para medir el ritmo cardíaco.

¿Y ya se ha recuperado completamente?

Bueno, ya hago vida normal y me encuentro perfectamente. Lo único tengo un resquicio en la visión todavía, que no veo del todo, pero me dicen que eso es algo normal y que se recupera con el tiempo.

¿Y le han dicho cuando puede volver a jugar un partido?

No, la verdad el otro día que estuve con los neurólogos me dijeron que podía volver ya si quería. Pero como tengo lo de la vista, que no veo del todo bien, pues me dijeron que cuando me viera capacitado y recuperado para volver, que lo hiciera. Pero no me dijeron que debían pasar un número de meses.

¿El algún momento le dijeron que no podía volver a jugar a balonmano?

En ningún momento, porque como mis pruebas fueron todo normales, como no saben de dónde ha venido el problema, me dijeron que hicieran mi vida, porque tengo el mismo riesgo que una persona que no le haya pasado nada.

Así que suponemos que Sangalli debería seguir su ejemplo, si todo va normal.

Yo espero que Sangalli vuelva a jugar cuanto antes. Pero no se su caso concreto desde dentro. Lo que retarda son las pruebas que te van haciendo, conocer los resultados, que no te encuentren nada. Pero yo espero que si todo va como mi caso, que pueda volver a hacer ejercicio en unas semanas o un mes, y que luego en unos meses pueda volver a jugar a fútbol, como yo espero poder volver a jugar a balonmano pronto. Pero no hay que tener prisa.