El Lugo de Monteagudo cambia de piel
El nuevo técnico pide presión alta, defensa adelantada y juego más vertical a sus jugadores. Ante el Levante en Copa ya se apreciaron cambios importantes.
La llegada de Alberto Monteagudo ha suspuesto para el CD Lugo algo más que un cambio de cromos en el banquillo. El técnico albaceteño llegó a la ciudad amurallada con las ideas claras y ya desde su misma presentación avisó de los cambios que quería acometer en el juego del equipo albivermello, algo que confirmó en el duelo copero ante el Levante y en la rueda de prensa posterior al mismo. Sus ideas de mejora en el juego lucense se englobarían en cuatro premisas de obligado cumplimiento: defensa adelantada, juego vertical y ofensivo, presión alta y finalización de jugadas.
La defensa adelantada es lo primero que se pudo observar que había cambiado frente al Levante respecto a su antecesor, Javi López. El equipo adelantó la línea desde el mismo inicio abandonando la idea de defender cerca de su área. Aunque el Levante cogió al equipo en un par de contras, la sensación fue de mayor seguridad. Este avance de líneas trajo consigo la presión alta al rival, no sólo en la salida del balón sino incluso en los saques de banda, algo que el propio Monteagudo elogió ante los medios señalando que "en diez años nunca he tenido un equipo que haya presionado absolutamente todos los saques como hemos hecho hoy.
Además, el Lugo ha dejado de ser el equipo timorato de inicio de temporada y ante el Levante se fue a por el partido deseé el inicio, buscando además una mayor verticalidad que lo aleja de pérdidas innecesarias y de posesiones sin peligro. Fruto de este juego más ofensivo los rojiblancos crearon más ocasiones y dispararon más a puerta que en prácticamente cualquier partido de Liga con López al mando. Una serie de buenas sensaciones que ahora tendrán que confirmar en la próxima jornada ante un equipo rival directo como es el Reus, y en su propio feudo.
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