Las obras de Ipurua, pendientes del Papa Francisco
El sumo pontífice deberá aprobar la expropiación del convento que tiene paradas las obras de Ipurua.
Las obras del anexo y tribuna oeste de Ipurua están paradas. Un duro revés que nadie esperaba para unos plazos que, de darse así, tendrían previsto finalizar para el inicio de la próxima temporada. ¿El culpable? Un pequeño convento de monjas en desuso. A pesar de contar con el visto bueno del ayuntamiento, que tras años de trabajo logró la expropiación de parte de los terrenos eclesiásticos, la denuncia prohíbe al Eibar seguir con las obras hasta que la situación se aclare.
La denuncia fue interpuesta por Juan Luis Cristóbal, abogado del convento de las monjas, a pesar del acuerdo por expropiación alcanzado por el ayuntamiento, de 4,5 millones de Euros. Este acuerdo no se hará efectivo hasta que el Vaticano de luz verde a la expropiación, algo que podría tomar un mes en ocurrir. Según ha informado el club todos los documentos necesarios ya han sido enviados, pero será el Papa Francisco el encargado de firmarlos con una resolución clara.
La historia con las monjas viene de atrás, desde hace 14 años exactamente. Entonces, el Eibar acordó la utilización de 5 metros de terrenos eclesiásticos para construir su campo de entrenamiento anexo. Es por ello que esos 5 metros hacen que los terrenos no sean del todo municipales y las obras no puedan seguir adelante.
Desde el club han confirmado que la demanda llega “por intereses personales”. José Antonio Fernández, responsable de las obras en el Consejo de Administración del Eibar, se reunió con Cristóbal hace unos días. El abogado, según afirmó en El correo: “se solicitó que el Eibar abonara 160.000 euros para entrar con las máquinas en sus terrenos hasta que llegara la documentación firmada por el Vaticano, para la que ni siquiera nos daban una factura que justificara los gastos. Aunque no hemos tocado nada más allá de los muros, se le ofrecieron 10.000 euros para acceder a los terrenos a través del convento con el fin de cumplir los plazos" anunció.
Sin embargo, la gota que colmó el vaso fue, según el consejero, la exigencia por parte del abogado de un sillón en el consejo de administración.
Tras el contratiempo, el Eibar no cumplirá los plazos establecidos para la obra de la tribuna Oeste, que se esperaba fuera derruida tras el encuentro ante el Real Madrid.