Los 8 goles en contra de estrategia lastran al Oviedo
Seis de ellos fueron tras un saque de esquina (Extremadura, Córdoba, Zaragoza, Elche, Rayo Majadahonda y Osasuna) y dos de faltas indirectas (Alcorcón y Nàstic).
La jugada en el minuto 93 del choque de Tarragona resume las desgracias del Oviedo esta temporada. Un centro lejano, frontal, que llega a los pies del rival para batir a Alfonso. La sentencia del encuentro, no quedaba tiempo para más, llegó otra vez a balón parado. Consumidas 11 jornadas de Liga, las jugadas a balón parado se están convirtiendo en la losa más pesada para las aspiraciones del Oviedo al play-off de ascenso. Parece la principal razón por la que los azules aún no han logrado colarse entre los seis primeros.
Con el tanto en el Nou Estadi, ya son 8 los que ha recibido en jugadas a balón parado. 6 de ellos fueron tras un saque de esquina (Extremadura, Córdoba, Zaragoza, Elche, Rayo Majadahonda y Osasuna) y dos de faltas indirectas (Alcorcón y Nàstic). De los 15 goles en contra totales, 8 llegan en jugadas mal defendidas con el balón parado, a los que hay que unir el tanto de penalti recibido frente al Cádiz. Anquela lo ha repetido con insistencia: la clave para que el equipo mejore y pueda aspirar a los seis primeros puestos pasa por mejorar los registros defensivos. Y una defensa más eficiente de las jugadas de estrategia parece un buen comienzo.
La parte positiva es que en el otro área, las cosas empiezan a funcionar. El Oviedo no había sido capaz de anotar de estrategia hasta la octava jornada, cuando Folch acertó en un córner para poner el 1-0 ante el Albacete, marcador que sería definitivo. Ahí se destapó el equipo, que en las cuatro últimas jornadas han marcado tres goles en jugadas de esa naturaleza. En Tarragona fue Ibra el que aprovechó un remate al larguero de Forlín para poner el 1-1 momentáneo en el marcador.