El fútbol, siempre caprichoso, se guarda habitualmente ases en la manga que suelen ser tan inesperados como sorprendentes. Es lo que pasa con Theo Hernández esta jornada en el Wanda Metropolitano. Justo tiene que volver de su sanción de cuatro partidos cuando la Real Sociedad visita al Atlético de Madrid, el equipo en el que se formó y del que se marchó para fichar por el Real Madrid, el eterno rival de la capital, después de una gran temporada cedido en el Alavés. Evidentemente, el recibimiento al lateral francés no será el mejor, y él lo sabe. Tanto que lo asume como algo natural, por mucho que no le guste, lógicamente. "No será el más adecuado. No será el mejor. Después de estar toda la vida en el Atlético, irme al Madrid no gustó a la afición. Pero son cosas que pasan en el fútbol. Estoy muy tranquilo, tengo la conciencia tranquilísima y tengo ganas de jugar ese partido. Tampoco me va a afectar lo que me diga la afición", explicaba Theo este jueves a los compañeros de la edición de Gipuzkoa de Mundo Deportivo, la única entrevista que ha concedido en la semana de su regreso a 'casa'.
Theo reconoce que la decisión de dejar el Atlético para fichar por el Real Madrid no fue fácil, y ahora, mirando las cosas con distancia trata de explicarlas. Por si algún aficionado colchonero quiere entenderle. "Fue complicado, porque no es una decisión sencilla. Tenía que pensar también en todo lo que podía ocurrir. No sólo me quería el Madrid, pero cuando me dijeron que el Madrid me quería no me lo pensé mucho. Es un grandísimo club. Yo entiendo que la afición del Atlético esté así, enfadada. Yo lo pasé muy mal al principio de año, cuando estaba ya en el Madrid, pero ahora se lo que hay y no pienso ya en eso", señala. Aunque lo que más le ilusiona de su vuelta al Metropolitano con la Real es poder enfrentarse a su hermano, Lucas. "Por ese lado, muy contento, muy feliz. Es un partido especial porque le voy a ver. Pero espero que ganemos el partido", dice.
Lo normal es que Theo juegue de titular contra 'su' Atlético. Porque hasta que ocurrió el incidente que le dejó un mes fuera de los terrenos de juego por sanción en Huesca, era titularísimo y lo había jugado todo. Pero entonces llegó El Alcoraz. Donde se vio lo mejor y lo peor de Theo. Genio y figura hasta la sepultura, el francés nunca deja indiferente a nadie. Vive los partidos con una intensidad máxima, y eso le lleva situaciones muy positivas y a otras más negativas, que le perjudican a él y a su equipo. En Huesca fue el autor de la jugada del gol del triunfo, un un robo, una galopada y una asistencia a Mikel Merino. Era la culminación de su primer gran partido con la Real, por fin empezaba a verse al mejor Theo... hasta que llegaron los últimos minutos y en una córner perdió los papeles en un rifirrafe típico de las áreas y le pegó un tortazo a Musto, jugador del Huesca. Expulsión fulminante y castigo duro del comité de competición, cuatro partidos de sanción. "Fue una situación de partido en la que me calenté. Quiero pedir perdón a la afición, no volverá a repetirse. Me tiene que servir para aprender. Tengo 21 años, pero es algo que no puede pasar en un terreno de juego. Lo he pasado mal, porque estar cuatro partidos sin jugar por eso no es fácil, sin poder ayudar, se pasa mal", explica.
Por el momento no se ha visto al Theo dominador de la banda izquierda que se esperaba cuando se logró con mucho esfuerzo su cesión por el Real Madrid. A pesar de su deseo, Florentino Pérez no lo puso fácil, porque la ficha es elevada para un club como la Real. Su llegada a San Sebastián no fue sencilla, pero contó desde el principio con la confianza de Asier Garitano. "Hay que tener paciencia con él, es un chico con unas cualidades enormes que irán saliendo. Viene de un año difícil, pero va a crecer", señala el entrenador de la Real. Y así llega Theo al Metropolitano, con ganas de recuperar el tiempo perdido, tras cuatro partidos sancionado, y con la total fe de su entrenador. Veremos si le afecta esta vuelta, veremos si le afecta el recibimiento que le brinde la afición del Atlético.